La matriarca de la familia
Kardashian ya se ha puesto manos a la obra con el que será uno de sus
grandes proyectos veraniegos, la planificación de la ceremonia con la
que su primogénita, Kourtney Kardashian, oficializará su estable
relación con su pareja Scott Disick. Tan ambiciosos son los planes de
Kris Jenner, que sus allegados todavía no conciben cómo será capaz de
organizar una boda que, como ella misma les ha revelado, estará
inspirada en los "espectáculos de circo".
"Kris
se va a encargar personalmente de que la boda de Kourtney sea
grandiosa y, sobre todo, de que se convierta en el principal reclamo de
la nueva temporada de su programa [el espacio de telerrealidad
'Keeping Up With The Kardashians']. No ha dejado de enseñarnos bocetos
de lo que quiere preparar para su hija y para Scott; está pensando en
montar una especie de circo para celebrar la unión matrimonial, con
trapecistas e incluso tigres", reveló una fuente al tabloide National
Enquirer.
El principal objetivo de
la veterana estrella televisiva es el de ofrecer a sus espectadores un
nuevo capítulo de la temática nupcial que ha definido a todo el clan
familiar en los últimos meses, desde que la mediática Kim Kardashian
utilizara el formato para promocionar todo lo relativo a su emotiva
boda con el rapero Kanye West. No obstante, a diferencia del enlace de
Kim, la ceremonia de Kourtney será recogida íntegramente por las
cámaras para deleite de todos los seguidores del espectáculo
televisivo.
Un aspecto fundamental en
la nueva era que Kourtney comenzará como mujer casada, tiene que ver
con el hecho de que espera su tercer hijo, un embarazo que "no estaba
planeado", como ella misma aseguraba recientemente, pero que le ha
generado la misma alegría que cuando trajo al mundo a su primogénito
Mason (4) y a su pequeña Penélope (23 meses).
"Estamos
muy felices, pero es verdad que el bebé no estaba planificado. Ahora
tendremos un montón de desafíos por delante", confesaba la mayor de las
hermanas Kardashian al portal de noticias E! News.