“Popy
era durísimo, a mí me hizo cosas fuertes y sufría muchísimo”, confiesa
Ana Karina Manco. Para Michelle Badillo, era “un ser humano que parecía
de piedra, pero era dulce”, mientras Camila Canabal recuerda cómo era su trabajo junto a él: “le pegaba gritos a todo el mundo y a mí también me los pegaba, era su temperamento”.
Estas
opiniones evidencian que detrás de la alegría de Popy se escondía un
ser humano de carácter fuerte y muy estricto a la hora de trabajar con
Diony López, que era su verdadero nombre.
Pero por otro lado, Carolina López,
su hija, contó su experiencia: “Qué mejor que trabajar con ese héroe de
la infancia, ese payaso que vi desde que crecí”.
Nelson Bustamante no se
quedó atrás: “La vida me permitió, a través de él, seguir aprendiendo
de uno de los mejores productores de TV que he conocido”.
Por Aquilino José Mata