Thalía: 15 años sin telenovelas

Era la típica cenicienta, la pobre despeinada que conquistaba al príncipe azul a primera vista. El público amaba esos personajes y los convirtieron en clásicos de la pantalla. La fórmula de la “mugrosa” acontecida arrasaba con el rating.

Thalía fue como un huracán que arrasó en la industria televisiva durante poco más de una década. Tiempo justo para transformarse en estrella, en producto, en la dama joven de los dramáticos que luego de una seguidilla de éxitos dramáticos abandonó los set de grabación y dejó a toda la audiencia con ganas de más.

Ella impactó la industria telenovelera a finales de los años 80. Televisa la reclutó para hacer de ella la “gallina de los huevos de oro”. Vieron su potencial, la imagen de niña buena que lloraba sin mayores esfuerzos y de inmediato la ficharon como la sustituta de Verónica Castro.

Quinceañera fue el primer dramático juvenil que abordó problemas sociales como las drogas o las pandillas. Ahí interpretó a Beatriz y junto con Adela Noriega se convirtieron en las heroínas del momento. Transcurría el año 1987 y el camino apenas comenzaba para Thalía. Poco después protagonizó “Luz y sombra”, donde asumió el rol de Alma; después viajó a Los Ángeles, California para tomar cursos de inglés en la Universidad de California en Los Ángeles así como lecciones de música, canto, actuación y baile antes de comenzar su carrera como solista.

“Entrando en los 90 hizo una pausa en televisión y se dedicó a la música, estaba empeñada en hacer carrera como cantante, sin embargo, la gran oportunidad de su vida artística estaba a punto de llegar con María Mercedes, la primera María de su trilogía con la que sacudió la historia de la TV en Latinoamérica”, resaltó la presentadora y locutora zuliana Mandy Perozo.

Inmediatamente aceptó el papel de “Marimar” y alcanzó los más altos índices de popularidad en el continente. Fue doblada a más de 20 idiomas y la arrojó al bando de las divas, de las celebridades más cotizadas.

Coronó la entrega de las Marías con María la del barrio, al lado de Fernando Colunga en 1995. Aunque repetía el personaje de la desprotegida que sufría desde el primer capítulo la pegó nuevamente y pasó a la historia con su interpretación. “Con ese proyectó evidenció su madurez actoral. Se veía más preparada, con mayor formación”, destacó el productor Daniel Ferrer.

Su despedida de la televisión se dio con Rosalinda (1999), la historia de su currículo que quizás, menos éxito tuvo.
“Tenía todos los ingredientes, buenos actores, pero fue un éxito relativo, se vendió mucho, aunque no superó a las demás. La historia no se actualizó para el momento, le faltaba comedia. En la trama interpretó a una cantante, pero no se supo aprovechar su talento, no se explotó al máximo”, relató Luis Ugueto, mánager de actores.

Una nueva vida deslumbró a Thalía, alejándola permanentemente de las novelas. El matrimonio con Tommy Motola y el relanzamiento musical la absorvieron por completo, marcando sus ausencia en la pantalla.

“Hace falta en los dramáticos, ella hizo unos trabajos muy importantes, tanto que se siguen transmitiendo en el mundo y la gente continúa viéndola, es como si no se hubiese retirado. Hizo las novelas que tenía que hacer. La extrañamos, pero no creo que vuelva, es más, no le hace falta. Pudiera hacer algo muy puntual, pero no la veo grabando una novela completa”, resaltó Ugueto.

Trilogía de las Marías

1. María Mercedes

Se estrenó en 1992 y la protagonizó con Arturo Peniche. La figura antagónica fue su hermana Laura Zapata.

2. Marimar

Con Eduardo Capetillo esteralizó en 1994. Con su papel de “costeñita” enamoró a la audiencia.

3. María la del barrio

Actuó con Fernando Colunga e Itati Cantoral en el 95 la novela de 185 capítulos. 


 
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