Al rapero le pareció un estupendo regalo de bodas…
Con motivo de la inminente boda entre Kim Kardashian y Kanye West, el rapero Ray J
ha querido hacer las pases con la famosa pareja en lo que se podría
considerar un regalo de boda “envenenado”, ya que el cantante no ha
tenido mejor idea que ofrecer a la futura novia un cheque de casi 47 mil
dólares, la mitad de las ganancias generadas este año por la cinta
sexual que ambos protagonizaron en 2007.
Según el portal de noticias TMZ, los beneficios derivados del acuerdo legal al que Ray ha llegado con la productora Vivid Entertaiment
para ceder los derechos de distribución del vídeo X ‘Kim Kardashian
Superstar’ le han reportado 6 135 dólares el pasado mes de enero, 20 mil
en febrero, casi 10 mil en marzo y una suma parecida en el mes de
abril.
La propia compañía pornográfica calcula que, hasta la fecha, la cinta
en la que aparece la televisiva Kim ha generado más de 50 millones de
dólares, unas ganancias de las que a partir de ahora, y según el
contrato firmado por Ray, también tendrá derecho a lucrarse la futura
esposa de Kanye West en la misma medida que su expareja.
Queda por ver si Kim y su prometido aceptan el particular regalo de
boda, aunque de rechazarlo Ray ya ha asegurado que donará la cantidad a
la organización benéfica preferida de la estrella de E!
Pese a que la filtración del vídeo acaparó en su momento todos los
titulares, los más íntimos de la pareja aseguran que Kanye siempre se ha
negado a ver las escenas subidas de tono protagonizadas por la madre de
su hija North, con quien tiene planeado casarse este fin de semana.
“Pese a su imagen de chico malo, Kanye está chapado a la antigua y
mientras aún eran solo amigos siempre consideró inapropiado ver la cinta
de Kim. Ahora que por fin son pareja, no hay ninguna posibilidad de que
se plantee hacerlo”, aseguró con anterioridad una fuente al portal.
Parece ser que el pasado de su prometida es un tema muy sensible para
el polémico artista, hasta el punto de que Kanye habría prohibido a
todos los miembros de su séquito mencionar siquiera la existencia del
vídeo erótico.
“Cuando algunos de sus amigos trataron de tomarle el pelo mientras
tomaban unas cervezas, se volvió completamente loco y les dejó claro que
era un tema fuera de los límites. Al principio todos creyeron que
estaba bromeando, pero lo decía muy en serio. Kanye no quiere ver jamás
esa cinta, y ha prohibido a su séquito incluso hablar sobre ella”,
concluyó.