El concierto que los puertorriqueños de Calle 13 ofrecerán en Bogotá
el próximo 14 de mayo se ha convertido en un foco de polémica por la
cruzada de un grupo de concejales que pide su prohibición, al alegar que
sus letras son propias de un “grupo corruptor” y además lo consideran
un despilfarro. EFE
René Pérez, más conocido como “Residente”, y Eduardo Cabra,
“Visitante”, actuarán en la céntrica Plaza de Bolívar durante el llamado
“Concierto de la Esperanza” organizado por Canal Capital, la televisión
pública de Bogotá.
Marco Fidel Ramírez, quien se hace llamar “el concejal de la
familia”, es el líder de este grupo que se opone a que Calle 13 actúe en
Bogotá al alegar que sus líricas son una insinuación a “la promiscuidad
como estilo de vida”, a “la rebeldía contra los padres y la ley”, al
tiempo que instan a los menores “a cometer delitos”.
Además, consideró que el costo del concierto, a cargo de Canal
Capital y que se eleva a 1.374 millones de pesos colombianos (unos
720.000 dólares), es un exceso y que no se dan las condiciones de
seguridad para el evento en una plaza que tiene aforo para 30.000
personas.
Ramírez ha expresado ya su oposición al concierto en distintas cartas
remitidas al gerente de Canal Capital, Hollman Morris, así como a
través de las redes sociales y los medios de comunicación.
En respuesta, Morris explicó a Efe que Ramírez incluso ha interpuesto
una acción popular, sobre la que se debe pronunciar un juez,
“amparándose supuestamente a que se estarían violando los derechos de la
familia”.
Para el gerente del canal, detrás de la iniciativa se “esconde el
fanatismo religioso” de un concejal “que detesta a la comunidad LGTBI” y
que, afirmó, ha protagonizado otras cruzadas contra la televisión
pública de Bogotá.
Y es que en 2012 Ramírez solicitó información sobre la orientación
sexual de los trabajadores de Canal Capital, al alegar que se estaban
beneficiando las contrataciones de homosexuales y transexuales.
Ramírez fue elegido concejal de Bogotá en 2011 por el Partido de
Integración Nacional (PIN), una formación conservadora e integrada por
numerosos políticos relacionados con los paramilitares.
Para el gerente, Ramírez pretende “pasarle cuenta de cobro a un canal
que promueve la defensa de los derechos humanos y la cultura de paz,
valores antagónicos a las relaciones y financiadores de su partido”.
Y en relación a la denuncia de despilfarro, Morris justificó que la
televisión pública “no está hecha para hacer dinero” y, aún así,
defendió que Canal Capital tuvo utilidades de 516 millones de pesos
(unos 270.000 dólares) en 2012 y más de 300 millones (160.000 dólares)
en 2013.
Sobre el aforo, argumentó que “siempre se hacen conciertos” en la Plaza de Bolívar y que todos los permisos están en orden.