El artista suizo, famoso por el diseño y desarrollo del clásico de ciencia ficción "Alien", murió el lunes a los 74 años
El artista suizo Hans Ruedi Giger, quien creó el monstruo "Alien" y
uno de los mayores representantes de la corriente conocida como
"realismo fantástico" murió ayer, informó hoy el Museo HR Giger,
localizado en Gruyères (centro de Suiza) y que acoge la totalidad de su
obra.
Su deceso fue consecuencia de las heridas sufridas por Giger tras una caída, según reportes de la Televisión Pública Suiza.
Giger (Suiza, 1940) fue principalmente un pintor surrealista, además de
escultor, diseñador de escenarios y parte del equipo de efectos
especiales que ganó en 1980 el Oscar a esta categoría por su trabajo en
la película "Alien", cuyo personaje se inspiró en la criatura que él
había creado.
El director del filme Ridley Scott descubrió a "Alien" cuando repasaba
el libro de arte "Necronomicon" (1978) de Giger, mientras buscaba la
apariencia que quería que tuviese la criatura de su siguiente película.
La biografía oficial de Giger señala que este se apasionó a una edad muy
temprana por las creaciones que combinaban lo fantástico y macabro, un
interés que le llevó a estudiar arquitectura y diseño industrial en
Zúrich.
Posteriormente, el artista realizó documentales y empezó con el dibujo
de criaturas mutantes y tenebrosas, en las que asociaba seres hechos de
carne y de piezas mecánicas, en una forma de arte que el mismo
denominaría luego "biomecánica".
Su obra -con el gris, azul y negro como colores dominantes- se pueden
ver actualmente en el museo que lleva su nombre y cuya visita suele
causar una mezcla de angustia y fascinación.
El museo, abierto desde 1998, está localizado en la parte medieval de la
localidad de Gruyères, uno de los principales puntos de interés
turísticos del país y en él también se presenta la colección privada de
Giger, que incluye obras de otros representantes del surrealismo, como
Salvador Dalí.
Frente al museo se encuentra un bar que es su anexo y cuya decoración,
totalmente inspirada en el imaginario de Giger, atrae tanto como el
museo.