Fallas de vestuario, incitación a las drogas y rutinas muy hot.
La polémica Miley Cyrus
no defraudó a los que esperaban escandalizarse con su vuelta a los
escenarios tras haber permanecido unos días hospitalizada el pasado mes
debido a una fuerte reacción alérgica. Así, en su concierto de ayer
martes en el O2 Arena de Londres -con el que iniciaba el tramo europeo de su gira Bangerz- animó a los asistentes del mismo sexo a que se besaran.
“Pidió a personas del público, del mismo sexo, que se
morrearan y les sacaba en una pantalla gigante. Además dio un discurso
sobre que debíamos ser nosotros mismos en todo momento. Dijo que
esperaba que estuviéramos todos borrachos y que hubiéramos tomado
pastillas. En un momento dado sus sastres tuvieron que salir al
escenario porque su corsé se había abierto tras estar simulando
practicar sexo con enanos”, contó una fuente al MailOnline.
Entre el público hubo algún famoso, como la cantante Lily Allen, quien mostró en Twitter lo mucho que había disfrutado del espectáculo: “Ha sido lo mejor que he visto nunca”.
Sin embargo, la reacción fue justo la contraria en algún otro de los presentes. “Una amiga se ha ido del concierto de Miley Cyrus porque estaba siendo muy desagradable, algo que no sorprende”, tuiteó una usuaria de la red social.