Miguel de León: La familia venezolana está encerrada por la inseguridad

Miguel de León es dueño de una sonrisa que parece infinita. Aunque por su aspecto encaja perfectamente en el estereotipo de un galán de telenovela, los últimos años ha demostrado su madurez artística con varios papeles antagónicos. Sin embargo, es con Rogelio Rivas, el inescrupuloso corrupto de La virgen de la calle, que marcó definitivamente su transición a la categoría de primer actor.
Para darle la esencia de villano a su personaje, que estuvo a cargo de Eduardo Serrano en Juana la virgen, De León confiesa que se inspiró en otras recordadas figuras de dramáticos venezolanos: “Me fijé en Pedro Escobar, el papel que tuvo Gustavo Rodríguez en Estefanía, y en el Hombre de la Etiqueta que interpretó Carlos Villamizar en Por estas calles”. Si bien asegura que este es el tipo de roles que busca, esta semana fue seleccionado para protagonizar con la colombiana Alejandra Sandoval el remake de Inés Duarte, secretaria, que prepara el escritor César Sierra para Venevisión.
Hace 10 años volvió a Venezuela. Antes de regresar, instalarse y formar una familia –es padre de dos hijos junto con su esposa Jennifer Bracaglia– estuvo en México, un país en el que no descarta trabajar de nuevo, aunque debido a sus compromisos familiares no lo considera prudente en estos momentos. Asegura que lamenta la situación que atraviesa la industria nacional de las telenovelas, pero confía en que es una etapa que pronto será superada.
—¿Ya dejó de ser galán?
—¡Hace años! El tiempo es inclemente, inmisericorde y hay que adaptarse a la evolución. Desde hace un tiempo mis personajes están más encaminados hacia el primer actor y eso es lo que me interesa. No sé si surja alguna novela con un protagonista maduro que podría funcionar para mí. Ahora me toca hacer del padre o esposo de alguien, personajes fuertes o avillanados.
—Pero esta semana se reveló que protagonizará la versión de Inés Duarte, secretaria, que prepara Venevisión.
—Sí, el miércoles hice una prueba y me avisaron el jueves. Comenzaremos a grabar aproximadamente en un mes. Vi algunos capítulos de la telenovela original y aunque no la seguía, entiendo que mi papel tiene una carga emocional muy fuerte. César Sierra se está encargando de perfilar los personajes. Alejandra Sandoval será la protagonista femenina y Juan Carlos García y Alexandra Braun serán las contrafiguras.
—Usted vivió la época en la que se hacían hasta siete telenovelas al año, ahora apenas hay dos al aire. ¿Qué piensa de lo que está sucediendo con la producción de dramáticos?
—Es muy triste, la crisis ha afectado la televisión. Los canales no pueden producir como antes porque no cuentan con los mismos presupuestos. Es lamentable que en un país que fue estandarte en la industria de las telenovelas ahora apenas se hagan dos o tres al año, y una de ellas por lo general es coproducida con dinero de afuera.
—Cuando estuvo en México le fue bastante bien. ¿Con esta situación de los dramáticos no ha pensado en probar en otros mercados?
—¡Siempre lo pienso! Nunca perdí los contactos, pero no es nada fácil porque tengo una familia. No sé qué va a pasar aquí, aunque tengo la esperanza de que la industria mejorará. Espero que Televen logre afianzarse como productor.
—¿Es difícil repartir el tiempo entre su familia y su trabajo?
—La vida del actor es bastante egoísta y tener hijos te hace cambiar, comienzas a pensar en ellos pues son los que más importan. Pero eso no es lo más difícil en nuestro país, sino la encerrona en la que estamos todos. ¿Para dónde llevas a unos chamos ahorita? Eso es lo complicado. Si uno tuviera la oportunidad de distraer a sus hijos, de tener la libertad de movimiento y de poder estar en cualquier sitio sin ningún tipo de peligro sería diferente. Se disfrutaría mucho más. Hoy en día la familia venezolana está encerrada por la inseguridad y eso es un problema.
 
Nota de
 
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