La acusación contra el cineasta Bryan Singer y el anuncio de un documental sobre el tema reaniman el escándalo
En el filme The doubt, Philipe Seymour Hoffman, quien interpreta a un
sacerdote acusado de abusar de un niño, decía que la duda, al igual que
el rumor, es como un cojín roto que riega sus plumas, y que por más que
se trate de juntarlas, siempre quedará alguna regada que impida que el
cojín quede como nuevo.
Al igual que el personaje de Hoffman, celebridades hollywoodenses han
sorteado a lo largo de su carrera acusaciones que en ocasiones les han
hecho perder millones de dólares, huir de la justicia o ver sus carreras
artísticas peligrar.
El caso más reciente es el del director Bryan Singer quien, a unas
semanas de estrenar X-Men days of the future past, ha tenido que
mantenerse alejado de la promoción y algunas otras producciones a su
cargo han prescindido de su trabajo mientras enfrenta cuatro demandas
por abuso sexual.
Singer —quien es abiertamente gay— fue acusado el 16 de abril por
Michael Egan III de haberlo obligado a tener relaciones sexuales cuando
tenía 17 años y aspiraba a ser actor de Hollywood. El escenario se
complicó hace unos días cuando otra demanda fue presentada en el Reino
Unido por un hombre que asegura haber sido violado cuando tenía 17 años.
Uno de los casos más sonados en el pasado es el del fallecido Rey del
pop, Michael Jackson, quien en 1993, en la cima del éxito, fue acusado
por abusar de niños. Tuvo que aislarse unos meses y a partir de ahí su
carrera jamás se recuperó y la duda de ser un abusador lo siguió hasta
sus últimos días.
Las historias acerca de los abusos no es algo nuevo en la meca del cine,
cabe recordar que en la década de los 70, con tan sólo 13 años, la
entonces niña Samantha Geimer, acusó Roman Polanski de haberla violado.
Otro personaje que no ha estado exento de la polémica es Woody Allen
quien, tras acaparar los titulares al casarse con la hija que adoptó
junto con Mia Farrow, su otra hija, Dylan Farrow, lo acusó de haberla
violado a los siete años. La acusación de Dylan ha repercutido en su
trabajo, pues tan sólo en la pasada entrega de los Oscar su filme Blue
Jasmine fue totalmente ignorado en la categoría de Mejor Película y
Mejor Director.