El canadiense no tiene descanso en su relación con la prensa.
Justin Bieber
atesora a sus 20 años un largo historial de encontronazos con los
reporteros gráficos, por lo que ya no resulta extraño que un paparazzi
haya decidido llevar a los tribunales al cantante y a uno de sus
guardaespaldas por un episodio lleno de tensión que habría tenido lugar
el pasado mes de enero cerca de un club nocturno de Miami.
Como publica el portal de noticias TMZ, el fotógrafo Manuel Muñoz
ha decidido interponer una demanda al polémico cantante canadiense por
permitir que uno de sus empleados le forzara a entrar en un
establecimiento de comida rápida, arrinconarle y obligarle a borrar el
material fotográfico obtenido horas antes durante la visita de Justin Bieber a la citada discoteca.
El suceso, según explica el mismo medio, se habría
producido solo unas horas antes de que el ídolo juvenil fuera arrestado
por la policía de Miami en el paseo marítimo de la ciudad por conducir a
gran velocidad y bajo el efecto de los estupefacientes; un incidente
que llegó a dar la vuelta al mundo y que ahora parece ser el colofón de
una noche llena de excesos y comportamientos de dudosa moralidad.
Aunque la supuesta víctima asegura ahora que el
guardaespaldas de Justin le propinó “varias patadas y puñetazos” para
persuadirle así de que lo mejor era deshacerse de las fotos, el
paparazzi no hizo mención alguna a cualquier tipo de agresión física a
la hora de ofrecer su testimonio en el informe policial que se redactó
sobre el caso -obtenido por TMZ- lo que ha motivado que los abogados de Justin Bieber hayan acusado a Manuel Muñoz de “mentir deliberadamente” para enriquecerse a costa del controvertido intérprete.