Si hubo una estrella capaz de marcar tendencia en la década de los noventa, esa fue la actriz Jennifer Aniston gracias a su personaje de Rachel en la serie 'Friends', cuyo particular corte de pelo se convirtió en el más solicitado en los salones de belleza de todo el mundo.
Aunque la intérprete siempre se ha negado a aceptar la responsabilidad de haber servido como inspiración del "desastroso" estilismo capilar, reconoce que ella misma sufrió más de un quebradero de cabeza mientras dejaba crecer su cabellera de nuevo.
"Siempre tenía problemas con mi pelo. Por suerte, me senté en los sillones de grandes estilistas, lo suficientemente maravillosos para que aprendiera a manejarlo", confesó durante un evento de belleza en Palm Beach (Florida).
Por suerte, hace un par de años Jennifer encontró la salvación a la hora de lidiar con sus rebeldes mechones en la marca de cuidados capilares Living Proof. Desde entonces, la polifacética estrella ha decidido diversificar su faceta profesional colaborando con la compañía en el desarrollo de nuevos productos y encuentra increíblemente satisfactorio saber que con su trabajo ayuda a cambiar la vida de otras mujeres.
"Es una línea de productos increíble en la que creo sinceramente y que ha supuesto una gran diferencia para mucha gente", declaró.
Pero Jennifer tiene claro que no quiere convertirse en otra artista que presta simplemente su imagen a una marca, ya que tiene claro que su experiencia tras años pasando varias horas al día sometida a los pinceles y peines de los estilistas puede resultar muy beneficiosa.
"Es muy divertido formar parte de todo el proceso de creación, desde que se crea el concepto hasta su ejecución, y poder compartir mis ideas. Después de pasar más de 25 años en maquillaje y peluquería, aprendes qué productos funcionan y qué daña tu pelo, además de los cinco productos distintos que tienes que mezclar para repararlo. Ahora tengo a todos estos hombres vestidos con batas blancas a quienes les puedo hablar de mis ideas", concluyó.
Bang ShowBiz
Aunque la intérprete siempre se ha negado a aceptar la responsabilidad de haber servido como inspiración del "desastroso" estilismo capilar, reconoce que ella misma sufrió más de un quebradero de cabeza mientras dejaba crecer su cabellera de nuevo.
"Siempre tenía problemas con mi pelo. Por suerte, me senté en los sillones de grandes estilistas, lo suficientemente maravillosos para que aprendiera a manejarlo", confesó durante un evento de belleza en Palm Beach (Florida).
Por suerte, hace un par de años Jennifer encontró la salvación a la hora de lidiar con sus rebeldes mechones en la marca de cuidados capilares Living Proof. Desde entonces, la polifacética estrella ha decidido diversificar su faceta profesional colaborando con la compañía en el desarrollo de nuevos productos y encuentra increíblemente satisfactorio saber que con su trabajo ayuda a cambiar la vida de otras mujeres.
"Es una línea de productos increíble en la que creo sinceramente y que ha supuesto una gran diferencia para mucha gente", declaró.
Pero Jennifer tiene claro que no quiere convertirse en otra artista que presta simplemente su imagen a una marca, ya que tiene claro que su experiencia tras años pasando varias horas al día sometida a los pinceles y peines de los estilistas puede resultar muy beneficiosa.
"Es muy divertido formar parte de todo el proceso de creación, desde que se crea el concepto hasta su ejecución, y poder compartir mis ideas. Después de pasar más de 25 años en maquillaje y peluquería, aprendes qué productos funcionan y qué daña tu pelo, además de los cinco productos distintos que tienes que mezclar para repararlo. Ahora tengo a todos estos hombres vestidos con batas blancas a quienes les puedo hablar de mis ideas", concluyó.
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