El artista se presenta hoy en el Coliseo de Puerto Rico junto a Samo, un concierto que podría durar más de tres horas
El concierto que presentará esta noche el cantante Cristian Castro, "Primera fila después del amor" en el Coliseo de Puerto Rico será largo por demás. El baladista cantará hora y media, y su invitado, Samo,
tendrá tiempo igual para interpretar su música, luego harán un dúo
juntos y hasta promete ponerse sexual, pero sin llegar a desnudarse como
en la foto que corrió por las redes hace unos meses.
"Quiero cantar hasta dos horas si la gente me aguanta y después cantar
juntos la salsa "Inconsolable" o "Volver a amar" que están en los discos
‘Primera fila' y ‘Segunda fila'. Voy a ser el recorrido de los temas de
José José (su padrino) y vamos a ver si hacemos algo más sexy junto con
Samo. Pero no tan sexy porque me van a arrestar, algo menos revelador
como la foto que tuitié, que pareció muy graciosa porque estaba gordo,
despeinado", reveló el cantante mexicano quien también se ha vestido de porrista.
El excéntrico artista se sorprendió al enterarse que con esa foto ha
logrado ganar más entradas a su Twitter, que cuando sube material sobre
su carrera. "Entraron 14 mil tuits en un día cuando por más que he
puesto lo de mis discos, he puesto cosas lindas, poemas, sólo me han
dado 50 retuits o 30, y pongo la nalga y me dan 14 mil".
Es que el hijo del comediante Manuel "El Loco" Valdez y el sobrino de
los también cómicos, don Ramón Valdez y Germán Valdez "Tin tán", tenía
que sacar la vena cómica.
"Traigo esa vena de provocador como son los comediantes y también mi
madre (Verónica Castro) tiene mucha chispa. Eso es lo que me gusta de
mí, que me puedo poner serio para cantar una canción con una conciencia
tremenda de lo que significa cada palabra y también puedo relajar y ser
sarcástico".
Tanto le ha gustado hacer reír a la gente que Cristian quiere conducir un programa cómico musical.
"Me gustaría mucho hacer comedia porque pienso que pudiera tener un futuro por ese lado. Inclusive he propuesto un show cómico para la televisión como lo hacía Frank Sinatra
con Dean Martin que se presentaban bien vestidos para cantar y hacían
comedia. Me encantaría, pero los canales no tienen el dinero que se
requiere y que yo estoy acostumbrado a ganar como cantante".
Los hijos del intérprete, Simone de 8 años y Mihair de 6, producto de su
matrimonio con la abogada argentina Valeria Liberman, le están
siguiendo los pasos.
"Los dos cogen clases de piano, y Simone ya está leyendo música. Me
gustaría que un día ella grabara un disco con su piano y producirlo para
ella, orientarla, y buscarle una buena disquera. Pero no quiero
llevarlos con prisa, que se precipiten como me pasó a mí, primero tienen
que desarrollarse escolarmente, y hacer una carrera técnica, luego los
apoyaré en sus proyectos cualesquiera que sean".