La pequeña recibió un impacto de bala y su madre enseguida se avalanzó sobre ella para evitar que recibiera ninguno más. La pequeña le contaba a su abuela materna Enna Mootz que Mónica la cogió y la escondió en el suelo del coche y la guantera, protegiéndola con su pecho, explicaba Rafael Spear, padre de la víctima.
Alida Yépez, la primera doctora que la atendió al llegar al centro de salud tras el incidente explicaba como llegó la niña: "Llegó en buenas condiciones, consciente, pero muy conmocionada. Ella decía que se despertó: 'Llamaba a mis papás, pero no me respondían; estaban dormidos dentro del carro'".
Ahora la niña, con fractura de tibia por el impacto de la bala, se encuentra estable y evolucionando como explica el padre de Mónica en su twitter: "Pintando y jugando con sus colores" y que ya sabía que sus papás habían fallecido y le decía a Ricardo, su tío: "Mi papá y mi mamá no son tan viejos pero se quedaron dormidos y están en el cielo".
La pequeña se encontraba dormida en el momento del suceso, explicó Ricardo, en una entrevista concedida a Univisión: "Me imagino que Mónica, en el intento de cuidarla, la agarró fuertemente y ella maneja la historia de que su madre le pegó".
Los padres de Mónica van a intentar por todos los medios que la niña pueda vivir con ellos en Orlando, (Florida). Mientras tanto han sido detenidos hasta nueve personas y José Gregorio Ferreira Herrera (18) en breve declarará ante un tribunal de control del estado Carabobo.
