El futbolista argentino eligió una llamativa pieza de Dolce & Gabanna.
Hay que admitirlo, esta vez no lastimó los ojos de nadie con su traje, pero pareciera ser que Lionel Messi no puede conformarse con algo tradicional.
Si el delantero del Barça y la selección argentina nos tiene
acostumbrados a goles increíbles y récords insuperables, con su traje
color bordó parece que inauguró una nueva tradición: Ser siempre el
distinto.
El futbolista llegó a Zurich, donde cada año se entrega el premio Balón de Oro, acompañado por su novia, Antonella Rocuzzo.
Ella lució su hermosa figura con un vestido azul, algo que muchos
entendieron como una referencia al Barcelona, club donde también juega Gerard Piqué, y que utiliza una combinación azulgrana.
Finalmente el preciado trofeo fue a parar a la manos, o los pies, de Cristiano Ronaldo…
El año pasado, Messi se hizo con su cuarto Balón de Oro, y de manera consecutiva, y despertó varias críticas por parte de los especialista en moda cuando apareció con un traje negro con lunares blancos.
Por suerte, en esta ocasión optó por algo más tradicional…
¿Rematará la combinación con un poco de oro en forma de pelota?