Elton John vuelve a pronunciarse sobre la ley 'antigais' de Rusia que prohibe la promoción de "relaciones sexuales no tradicionales" a los menores de edad, tras las declaraciones que realizó el presidente Putin hace unos días haciendo uso del nombre del cantante para intentar calmar los ánimos asegurando que no discrimina a los homosexuales.
A tan solo semanas que empiecen los Juegos Olímpicos de Invierno, el presidente Putin
concedió una entrevista a medios extranjeros donde recalcó que le dará
la bienvenida a todos los atletas y visitantes, independientemente de
cual sea su sexualidad. En el transcurso de la entrevista, Vladimir Putin aprovechó para alabar a Elton John diciendo que es "una persona excepcional y destacado músico. Millones de personas en Rusia lo aman sinceramente a pesar de su orientación".
Unas palabras que no han sentado del todo bien al cantante, quien ha publicado una declaración tal y como publica el Daily Mail, afirmando que la nueva ley legitima la homofobia. "Lo
que escuché, reafirma todas las historias que han estado circulando en
los medios desde que el proyecto de ley de la propaganda se convirtiera
en ley federal: esa homofobia viciosa ha sido legitimada por esta
legislación y dando a los extremistas la excusa de abusar contra los
derechos fundamentales del ser humano".
"Todo el mundo comparte historias de abuso verbal y
físico -en el trabajo, en bares, en restaurantes o en la calle- desde
que la ley entró en vigor el pasado mes de junio". El
cantante no está preocupado por los extranjeros que visiten el país, si
no por la gente que vive ahí que están siendo amenazados por las nuevas
leyes de la homosexualidad.
La ley de Rusia prohibe la difusión de 'propaganda gay' entre los menores de edad
y se ha convertido en un foco de críticas por parte de los activistas
de los derechos humanos, ya que aseguran que es una ley discriminatoria y
constituye una ofensa contra los derechos y libertades bajo el mandato
de Putin.
Elton John, casado desde el 2005 con David Furnish y padre de dos hijos,
afirma que la ley ha promovido la incomprensión y la ignorancia entre
la población rusa, e insinúa que los gays son un peligro para los niños.
"En concreto, es muy decepcionante que la ley vincule
implícitamente la homosexualidad con el abuso sexual infantil, que
innumerables estudios han demostrado de manera concluyente ser erróneo".