El estudio de cine que filma la franquicia de acción Fast & Furious
suspendió la producción de su más reciente entrega, mientras las
autoridades siguen adelante con su investigación sobre el fallecimiento
de Paul Walker.
La oficina del forense del condado de Los Angeles informó el martes
por la tarde que ya completó las autopsias a los cadáveres recuperados
en el trágico accidente en un Porsche que sufrieron el sábado Walker,
astro de las exitosas películas de acción, y un amigo.
La publicista de Walker dijo que el actor viajaba como pasajero el
sábado cuando el Porsche Carrera GT modelo 2005 del amigo y asesor
financiero de Walker, Roger Rodas, se estrelló contra un poste de luz y
un árbol, y se incendió.
El vehículo de edición limitada es conocido no sólo por ser veloz
(podía acelerar a 100 millas por hora en menos de siete segundos) sino
también porque era difícil de controlar. Es bajo respecto del piso, lo
que lo vuelve vulnerable ante baches o basura en el camino.
Las autoridades también informaron que recibieron los registros dentales de los familiares de ambos hombres.
Estos registros permitirán no sólo identificar formalmente los
restos, que quedaron irreconocibles por el incendio que siguió al
choque, sino también dictaminar oficialmente quién iba al volante, si
Walker o Rodas.
Walker protagonizó cinco de las seis exitosas películas sobre
carreras de carros. Había regresado después de tomarse una pausa de la
última secuela. Mientras tanto, Universal Pictures dijo el martes que la
producción de Fast & Furious 7 se había detenido. Un portavoz no quiso informar cuándo se reanudaría.
Aunque una gran parte del filme ya se filmó, la cinta está incompleta. Su estreno estaba previsto para julio.
El lunes por la noche, el personal de la película realizó una
ceremonia privada dentro de una tienda de campaña levantada cerca de
donde ocurrió el accidente. Cuando concluyó, el co-protagonista de
Walker, Vin Diesel, agradeció a los seguidores por "venir y mostrar a
ese ángel en el cielo lo mucho que lo apreciaban".