Ricky Martin actúa en Madrid, en la gala de entrega de los Premios 40 Principales, actuación que sirve para presentar: “Come with me”,
un tema de marcado corte electrónico que sirve de adelanto al próximo
disco del cantante puertorriqueño y también fue una oportunidad para ver
a un Martin exultante, tres años después de que le dijese al mundo que
es homosexual.
“Me encanta volver a España”, expresó Martin y
detalló las actividades que tiene previstas en esta gira: “Una semanita
bastante intensa, de las que me gustan, porque en siete días voy a
recorrer siete ciudades. De hecho, después de Madrid viajo a Dubai”.
Su ajetreada agenda se debe al proyecto musical para el próximo
mundial de fútbol de Brasil 2014. “Un concurso sumamente innovador”,
según explica, la idea en está oportunidad es que de distintas partes
del mundo escriban “el sencillo del disco oficial de la Copa”.
Manifestó el significado que tiene para él esta producción musical:
“Poder sentarme en estudio con gente de Galicia, de Indonesia o de
cualquier otra parte del mundo, trabajar juntos y llevarlos a la final
del mundial es algo maravilloso. Es traer al pueblo a escribir música”.
Su visión sobre la discriminación homosexual
Criticó la postura contra los homosexuales del gobierno ruso durante los pasados mundiales de atletismo. “Es una tontería que en 2014 todavía estemos luchando por la igualdad.
Me da mucha lástima que gobiernos como el de Rusia estén aprobando
leyes que sean tan criminalizadoras, tan llenas de odio. Y estas
celebraciones deportivas dan voz a muchas personas que, de otro modo, no
podrían ser escuchadas”, formula Martin. “¡Estamos hablando de derechos
humanos básicos! Por eso, siempre uso mi voz para este tipo de causas.
Primero, porque me afecta muchísimo y no hablar del tema es dejar que
suceda”.
“En el momento en que hice pública mi homosexualidad, sentí que toqué a Dios”
De ahí la decisión que tomó en 2010 de hacer público su condición de preferencia sexual. “Lo hubiese hecho antes, honestamente. Lo único que me detenía era el miedo del qué dirán y el no ser aceptado.
Desafortunadamente, desde los 12 años estoy sobre un escenario y crecí
con esta obsesión de luchar por el aplauso. Y pensar que, en el momento
que yo aceptase mi sexualidad aquel aplauso desaparecería, me
paralizaba”, confiesa.
Confesó lo que sintió al momento de difundir la noticia al mundo: “En
el momento que lo hice público, se desplomaron miedos que tenía metidos
muy dentro y que quizá la religión me había inculcado: ‘Si no actúas de
esta manera, irás al infierno y si actúas de esta otra, Dios no te va a
querer’”.
Sin embargo reconoce que “nunca me sentí mejor”, dice y eufórico reveló: “Y siempre he dicho que en el momento que lo hice público, sentí que toqué a Dios. Como si literalmente estuviese sentado a su lado. Y si pudiera hacerlo otra vez, lo haría”.
En ese sentido, hace referencia a ‘Yo’, el libro en el que contó este
periplo. “Mi libro ha servido de herramienta de cicatrización para
mucha gente. Abuelos, hermanos, padres y tíos me han dado las gracias
porque gracias a mi testimonio han podido conocer mejor a sus
familiares”. Después de aquella experiencia, Ricky ha probado suerte en
la literatura infantil, con buenos resultados:su cuento ‘Santiago, el
soñador entre las estrellas’ ha sido el libro infantil más vendido en
EEUU.
Con información de Panorama