El tiempo del ring, el dinero a raudales y las mujeres fáciles acabó hace años para Mike Tyson, ahora el boxeador ha plasmado muchas de las vivencias que tuvo esos años en un nuevo libro autobiográfico que presentó este martes, Undisputed Truth (La verdad indiscutible). Que se drogó antes de algunas de sus peleas más importantes, que usó un pene falso lleno de orina de otra persona para engañaren los test de drogas o que estuvo a punto de pegar a Brad Pitt por encontrarle con su mujer son algunas de las anécdotas que ha admitido por primera vez.
El
campeón del mundo de peso pesado de boxeo ha revelado aspectos
divertidos y otras tantas sombras que acaecieron en un tramo importante
de su carrera que fue muy turbulento, en el que era adicto a la cocaína y la marihuana. De hecho, Tyson tuvo que pagar una multa de 200.000 dólares por dar positivo por marihuana en 2000 tras una lucha contra Andrew Golota en Detroit.
En el libro, escrito por Larry Sloman, Tyson
asegura: "Yo era un cocainómano en toda regla,". Recordando su
sorprendente derrota de 2004 ante el británico Danny Williams asegura
sin tapujos: "Tomé drogas hasta poco antes de la pelea".
Además
de tomar asiduamente drogas y de gastar dinero a raudales sin importarle
en qué, el exboxeador asegura que las mujeres en su vida le acarrearon
muchos problemas comenzando por Robin Givens, su primera esposa a la que
encontró en su casa en compañía de Brad Pitt. "No me pegues, no me
pegues. Sólo estábamos repasando un guión", rogó el actor, según la
versión de Tyson, al verle abalanzarse sobre él. Otra
de las mujeres que coplicaron la vida a Tyson, según sus palabras, fue
Desiree Washington, que le acusó de violación y por la que pasó tres
años en prisión. "¿Cómo se puede violar a alguien que viene a tu
habitación a las dos de la madrugada?", reflexiona el boxeador.
Tyson,
ahora de 47 años y jubilado, confiesa en el volumen que su feroz
apetito por la bebida y las drogas se remontaba a la edad de 11 años
cuando probó la cocaína pero asegura que incluso cuando era un bebé en
Nueva York ya le daban alcohol.