Tras la "experiencia excepcional" que ha
supuesto para Metallica su insólito y "silencioso" concierto en la
Antártida, la banda estadounidense de heavy metal prepara su gira 2014
que la llevará, entre otros destinos, a Buenos Aires y Santiago de
Chile.
"Ha sido una experiencia excepcional y
un momento único para Metallica", explica Lars Ulrich, el batería del
grupo, antes de abandonar la Isla 25 de Mayo, en la Antártida, para
regresar a Estados Unidos.
El concierto se desarrolló el domingo en
la base científica argentina Carlini, en el interior de un domo -carpa-
abierto, sin amplificadores y ante poco más de un centenar de personas
que pudieron seguirlo a través de auriculares para evitar un impacto
ambiental.
La experiencia ha constituido un "punto
de inflexión" para el grupo, admite Ulrich ante el reducido grupo de
periodistas que participa en la expedición, porque, además del
concierto, la banda ha convivido durante tres días en un barco con una
veintena de admiradores, periodistas, organizadores y tripulación.
"Ha sido algo completamente nuevo.
Normalmente el grupo va a los lugares a dar sus conciertos. Esta vez,
hemos estado todos juntos compartiendo" y "ha habido un absoluto
respeto", comenta.
El entorno, con el barco fondeado en la
Cala Potter que baña la base y el Glaciar Fourcade como telón de fondo,
ha contribuido a esta excepcionalidad y se ha convertido en un elemento
más de inspiración para la banda.
"La vida es la primera inspiración de la
música", apunta Ulrich, que admite que la belleza del paisaje antártico
despierta los sentidos, hasta el punto de que "en uno de los paseos en
lancha me vino a la cabeza un nuevo toque de batería. Es una locura".
Una "locura" que le encantaría repetir "por segunda vez" aunque reconoce que la banda no anda precisamente sobrada de tiempo.
Ulrich, líder y cofundador del grupo
junto al cantante, James Hetfield, fue el encargado de hacer la
selección de los temas que Metallica desgranó durante una hora en el
concierto, como "Creep creeping death", "Blackened" y "Nothing else
matters", todo un himno para los fans de la banda californiana, que ha
vendido más de 100 millones de discos en sus treinta años de
trayectoria.
"Era una lista corta y lo más sensato
era incluir los temas clásicos, los conocidos por los fans", explica el
músico, que agradece a sus admiradores el esfuerzo realizado para seguir
al grupo más allá del fin del mundo, cruzando el Pasaje Drake, uno de
los más peligrosos para la navegación.
"Cuando volvamos a nuestros ambientes podremos apreciar realmente este momento único que hemos compartido", concluye.
Mientras el grupo regresa a San
Francisco, los 19 ganadores del concurso organizado por "Música Zero"
para asistir a la descarga se preparan para cruzar de nuevo el Pasaje de
Drake de vuelta a Ushuaia, desde donde regresarán a sus lugares de
origen, aunque podrán reencontrarse con los músicos el próximo año.
Metallica prepara ya la gira de 2014,
que incluirá varias capitales latinoamericanas, entre ellas Buenos Aires
y Santiago, donde se podrían presentar en marzo.
La insólita iniciativa ha contribuido a
unir música y ciencia en la Antártida, no solo porque más de una
veintena de científicos de bases internacionales asentadas en la Isla 25
de Mayo asistieron al concierto, sino porque la expedición deja en
Carlini equipo tecnológico de última generación para impulsar las
investigaciones que se desarrollan en el asentamiento argentino.
Microscopios, una lupa óptica, una
estufa de cultivo, baños termoestáticos y varios domos -carpas de
estructura metálica- forman parte de la donación a Carlini que, según la
Dirección Nacional del Antártico (DNA), es la base latinoamericana
puntera en investigación científica en la Antártida. /EFE