Katy Perry creció en un hogar conservador y con un padre que es predicador evangelista. Sin embargo, la artista no se considera religiosa, aunque sí afirma tener una relación profunda con Dios.
"No
creo en el cielo o el infierno o en un viejo hombre sentado en un
trono. Creo en un poder superior más grande que yo porque me mantiene a
raya. No soy budista, hindú o cristiana, pero aun así siento que tengo
una profunda conexión con Dios. Rezo todo el tiempo por autocontrol, por
humildad. Hay mucha gratitud en eso. A veces, solo decir "gracias" es
mejor que pedir cosas", reveló la cantante a la revista Marie Claire.