El cantante canadiense no quiere que vulneren su intimidad.
Al parecer, aprendió la lección de cuando una actriz porno lo filmó en Río de Janeiro…
El cantante Justin Bieber
está obsesionado con la idea de que sus incontenibles admiradoras
puedan entrar en su habitación del hotel, por lo que ha contratado un
“ejército de gigantes” durante las 24 horas del día e incluso tiene dos
en reserva para sustituir a sus cuidadores habituales cuando necesitan
descansos.
“Justin no puede estar solo durante la noche. Está
paranoico con que sus fans puedan entrar en su habitación y oye ruidos
todo el tiempo. Eso lo asusta. Además de la omnipresente guardia que
tiene dentro y fuera, también tiene dos de reserva para cuando sus
hombres necesitan descansar. Todos son chicos fuertes, altos y de mucho
peso. Quiere un ejército de gigantes que lo protejan”, comentó una
fuente al periódico Daily Star.
Todo este despliegue de seguridad no acabará cuando
termine su gira en Australia la próxima semana, ya que el cantante
canadiense no tiene intenciones de retirar las fuertes medidas de
seguridad.
“Justin ya está acostumbrado a tener un guardaespaldas
viéndole dormir y quiere continuar con ello cuando la gira termine”,
añadió la fuente.
Pero esto no parece ser suficiente para el canadiense, quien también ha querido contar con la compañía de su madre Pattie Mallette -quien recientemente ha publicado el libro Nowhere but Up: The Story of Justin Bieber’s Mom- durante su periplo de conciertos.
“También le rogó a su madre que lo acompañara en sus
conciertos. Le pidió que combinara las firmas de sus libros con su gira,
porque se pone muy nervioso”, explicó la citada fuente.