Jennifer Lawrence vivió uno de los episodios más angustiantes de
su vida al descubrir la presencia de tres arañas en el set de rodaje de 'Los juegos
del hambre: en llamas' ya que algunas escenas de la cinta están filmadas en
plena selva, una situación que sacó a relucir el lado más vulnerable de la
atractiva actriz al provocar en ella un llanto descontrolado que acabó
preocupando a sus compañeros.
"Me
aseguraron que no había arañas y de pronto me encontré a tres mirándome a la
cara. Me puse muy nerviosa y empecé a llorar como una niña pequeña por la
ansiedad que estaba viviendo. La selva
no es el mejor lugar en el que puedes estar cuando eres una persona que tiene
miedo a todo. Estoy convencida de que soy alcohólica. No, perdón, ¿cómo se
dice? ¡Aracnofóbica! El caso es que la gente pensó que me iba a dar un
ataque", bromeó la actriz en una entrevista a la edición estadounidense de
la revista OK!
Los
contratiempos experimentados por la actriz durante la filmación de la cinta no
han impedido que ya se encuentre preparando con ilusión las próximas entregas
de la popular serie de películas, basadas en la exitosa saga literaria de
Suzanne Collins. No obstante, tan pronto como tenga que meter a su personaje de
Katniss Everdeen en el baúl de los recuerdos, Jennifer iniciará una nueva etapa en su meteórica trayectoria
definida por un ritmo de trabajo bastante más tranquilo que el actual.
"Me
encantaría ir poco a poco. No quiero
hacer más de una o dos películas al año porque la gente se puede hartar de
verte en la gran pantalla. Lo que no me planteo es hacer un paro en mi
carrera y dejar automáticamente de trabajar, solo quiero tener un poco más de
tiempo para mí. La juventud y la cafeína me han mantenido activa hasta ahora y
cuando quiero relajarme, simplemente veo la televisión tumbada en el sofá. Ya
es hora de cambiar esos hábitos", explicó al mismo medio.