Aunque el cantante de One Direction y la hermanastra de Kim
Kardashian han negado en repetidas ocasiones que estén inmersos en una
aventura sentimental, el joven artista decidió en la noche del sábado
que, en vez de celebrar los dos galardones que su grupo se llevó en los
premios NRJ (Cannes, Francia) con sus compañeros, prefería regresar
rápidamente a Londres para reencontrarse con su nueva mejor amiga.
Tantas
eran las ganas que Harry tenía de ver a Kendall cara a cara, que
apareció a las puertas del hotel londinense donde se hospeda la modelo
alrededor de las dos de la mañana del domingo, visiblemente cansado pero
decidido a aprovechar al máximo la estancia profesional de la joven
maniquí en la ciudad del Támesis.
Se desconoce por el momento si
el principal motivo que ha llevado a Kendall a hacer acto de presencia
en Europa se refiere a su sueño de convertirse en una estrella de las
pasarelas o a su cada vez más estrecha amistad con el ídolo juvenil. En
todo caso, por el momento la pequeña del clan Kardashian no se ha
atrevido a contar nada a sus seguidores de las redes sociales, quienes
tuvieron que conformarse con un mero saludo virtual a su llegada a
Londres.
"Hola Ben! Ya estoy aquí", escribía Kendall en su cuenta
de Instagram tras adjuntar una foto en la que posaba junto al Big Ben,
avisando así a sus fans de su llegada a la capital británica.
Presentados
por sus respectivos representantes, Harry y Kendall se dejaron ver
juntos por primera vez en Los Ángeles a finales de noviembre mientras
accedían a la residencia de la modelo en coche, un encuentro que se
repitió hace unas semanas en Nueva York cuando la pareja volvió a
ponerse a tiro de los fotógrafos al abandonar un club nocturno con las
manos entrelazadas.