Este miércoles la influyente revista estadounidense Timeescogió al
papa Francisco como personalidad del año. Según explicó Nancy Gibbs,
editora de la publicación, 'rara vez se ve cómo una nueva figura global
captura tan aceleradamente la atención del público. Tanto los jóvenes
como los mayores, los seguidores y los escépticos'.
Hace unos días
Gerard O'Connell, experto en temas del Vaticano, escribió justamente
para la BBC una reflexión sobre el impacto positivo del Papa en la
imagen de la Iglesia Católica, y cómo en tan poco tiempo ha logrado
hacer un excelente trabajo de relaciones públicas que ni un profesional
hubiese podido concretar en tan poco tiempo. Esta es su nota.
El
papa Francisco ha sido un enviado de Dios para la Iglesia Católica y
para el Vaticano. Antes de su elección, la Iglesia estaba sumergida en
una imagen negativa ante los ojos del mundo, gracias a escándalos y
equivocaciones.
Era una caída libre, sin muchas esperanzas en el horizonte.
Pero
después de la renuncia de Benedicto XVI en febrero y la elección de
Jorge Mario Bergoglio 30 días después, los vientos han cambiado.
Desde
que Francisco hizo su primera aparición en el balcón central de la
Basílica de San Pedro en la noche del 13 de marzo, el Vaticano ahora
navega en las aguas positivas de los medios, tocando corazones alrededor
del mundo, abrazando personas con deformidades, impulsando mentalmente y
físicamente a los discapacitados, besando los pies de jóvenes
prisioneros -incluida una mujer musulmana- y lanzando una consulta
global acerca de la familia.
¿Tiene el primer papa latinoamericano
de la historia la responsabilidad por esta dramática transformación, o
de repente, el Vaticano se convirtió en una entidad de comunicaciones
inteligentes con una afinada estrategia?
La estrategia es el Papa
Le
hice esa pregunta a Greg Burke, un exreportero de Fox Newsquien el
Vaticano contrató en julio de 2012 para ayudar en su decaída estrategia
de imagen. Medios internacionales le dieron el crédito por ser el gurú
de las relaciones públicas detrás del impresionante cambio en la
percepción global que el Vaticano está viviendo en estos momentos.
Los
medios lo han llamado el 'genio de las relaciones públicas', 'maestro
del marketing', que calladamente ha estado detrás del objetivo de
proyectar al papa Francisco a la fama internacional y de ese modo, sacar
a la Iglesia Católica de una de sus épocas más oscuras de la historia
reciente.
'No, no es así', refuta Burke cuando me contesta acerca
del tema. Y define el asunto con claridad: 'Él es que hace todo esto.
Por supuesto que tenemos una estrategia: le damos la pelota a Francisco
para que él meta los goles. Es mejor que Maradona y Messi juntos'.
Y
cita dos de las iniciativas del Papa que se convirtieron en 'golazos' y
que fueron hechas con poca anticipación: su visita a la isla de
Lampedusa, que ayudó a poner en primer plano la tragedia de los
migrantes que intentan llegar a Europa desde África y Medio Oriente pero
que se ahogaban en el mar, en un intento por buscar escapar de la
pobreza y la guerra y tener una mejor vida.
La segunda fue su
empeño de una salida negociada a la crisis en Siria, que ayudó a que
Estados Unidos no bombardeara el país árabe.
'Las ideas fueron de él. Nosotros solo ayudamos a llamar a los medios', señaló Burke.
Más hechos
El
Papa prefiere las acciones a las palabras para llevar el mensaje de
Jesús y frecuentemente agarra a los funcionarios del Vaticano fuera de
guardia con sus espontáneos gestos de compasión, amor y ternura.
'No sabemos lo que hará después', admite Burke.
'¿De
verdad piensan seriamente que nosotros planeamos que el Papa abrace y
bese a un hombre con tumores en su rostro?, o ¿Qué le responda con
semejante calidez a un niño de cinco años que sale del público y lo
abraza mientras él se dirige a una gran audiencia?', pregunta Burke.
Los
hechos a los que se refiere Burke ocurrieron en la Plaza de San Pedro,
durante las audiencias de los miércoles y los domingos, que los diarios y
la televisión inmortalizaron y transmitieron al mundo entero.
Alta expectativas
'El
efecto Francisco' le ha inyectado una nueva energía a la Iglesia
Católica abriendo muchos corazones, en Asia y en Medio Oriente también,
pero también ha elevado las expectativas de los cambios profundos que el
Papa jesuita pueda introducir como el divorcio, el matrimonio
homosexual y muchos más.
Esto por supuesto, ha causado la
preocupación de muchos funcionarios de la curia Vaticana y de otros
líderes de la Iglesia Católica, incluido uno de sus más fervorosos
seguidores, el cardenal Walter Kasper, quien admitió en la nueva
biografía publicada por la periodista argentina Elisabetta Piqué
('Francisco: vida y revolución') que 'exageradas expectativas
necesariamente van a terminar en nuevas decepciones', porque 'el nuevo
Papa puede renovar la Iglesia, pero no puede inventar una nueva
Iglesia'.
Funcionarios del Vaticano han sido advertidos de que ese
'florecimiento dorado' puede desvanecerse bajo nuevos ataques o
desilusiones y que ni siquiera el llamado 'efecto teflón' de Francisco
puede ayudar a suavizar el impacto.
Por ejemplo, la semana pasada
llegó un ataque de este tipo cuando el Vaticano fue criticado por no
responder adecuadamente al comité de la ONU sobre los derechos de los
niños. Por esta razón, las personas de la oficina de comunicaciones del
Vaticano se encuentran trabajando para superar esta falla y desarrollar
una estrategia integral de medios para responder a futuros retos.
Actores independientes
Muchos
creen que esa estrategia requiere muchos cambios también. El arzobispo
Claudio María Celli, jefe del Consejo de las Comunicaciones del
Vaticano, ha notado que además de su oficina, que maneja los nuevos
medios y las relaciones con la prensa internacional, hay muchos actores
independientes en el frente de las comunicaciones del Vaticano: la
oficina de prensa, la radio vaticana, L' Osservatore Romano y el
Vaticano TV.
Aunque estos medios cooperen entre sí, no significa
que sea una operación conjunta de medios. Pero todo eso puede cambiar en
los próximos dos años, cuando Francisco revele su plan de reforma a la
curia Romana y se establezca el Ministerio de las Comunicaciones.
Por
ahora, dice el arzobispo Celli, el Vaticano esta promoviendo la
'cultura del ecuentro', en la que Francisco ha insistido y en la que
pide 'transparencia y rechazar la idea de la confrontación'.
Entonces
queda claro que Francisco está abriendo el camino y metiendo golazos,
pero cuánto lo siguen en ese empeño en el Vaticano está por verse.
(*)
Periodista irlandés establecido en Roma que escribe sobre temas del
Vaticano. Autor de 'God's Invisible Hand with Cardinal Francis'. BBC