Del saco color vino imitación terciopelo de Christian Bale, al vestido
de gran escote y lentejuelas de Amy Adams, Escándalo americano es un
recorrido divertido por los estilos exagerados de la década de 1970.
Situada en Nueva York y Nueva Jersey de 1978, la película sigue a un par
de estafadores obligados a trabajar con un presumido agente del FBI
(Bradley Cooper) que busca hundir a corredores de la bolsa y políticos.
En ese decadente mundo de poder, crimen y mucho dinero, la moda es ostentosa y los peinados escandalosos.
Todos los personajes se reinventan, y esto se refleja en su ropa.
“Tenían ideas, vivían a lo grande y se arriesgaban”, afirma el diseñador
de vestuario Michael Wilkinson sobre los estilos de los 70 que
inspiraron sus creaciones para el filme.
“La ropa era menos estructurada, menos elaborada, como si a la gente le importara un comino”, agrega.
Wilkinson, quien nació en Australia, añade que se tomó esto como un
proyecto de investigación, como si estudiara las ruinas griegas o una
gran galaxia lejana.
Consultó revistas, publicidad, películas y programas de televisión de la
época. Y tomó de referencia filmes como Buenos muchachos, Atlantic City
y Fiebre del sábado por la noche .
“Eso fue de lo más relevante para el personaje de Bradley Cooper, un
tipo del Bronx de estrictos valores morales trabajando para el FBI, y
usa un traje de poliéster barato que no le va.
“El personaje mejora su vestuario tras conocer a los elegantes
estafadores, termina con un pañuelo de seda, referencia de la cultura
pop” explica Wilkinson.