A Chávez se le atribuyeron muchas relaciones sentimentales
esporádicas al margen de sus dos matrimonios. Con Nidia Fajardo Briceño,
durante mucho tiempo azafata del avión presidencial, habría mantenido
una relación prolongada. Quienes conocen a madre e hija aseguran que
Sara Manuela, de cinco años, fue fruto de ese amor.
Las fotografías obtenidas por ABC muestran una gran familiaridad de
la niña y su madre con el entonces presidente Chávez. En una de ellas se
ve a Sara Manuela compartiendo la intimidad de hogar con un nieto de
Chávez, hijo de Rosa Virginia y el vicepresidente Jorge Arreaza. En
otra, Chávez y Fajardo sostienen a la niña y cruzan sus manos. A la
muerte del presidente, la niña fue llevada a despedirse del mandatario y
un guardaespaldas la aupó para que pudiera ver el cadáver.
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