Las celebridades son a menudo consideradas como la realeza de
Hollywood, tienen legiones de fans, sus apariciones en público causan
grandes revuelos y tienen vidas de lujo gracias a la cantidad de dinero
que generan sus trabajos. Pero en ocasiones, por lo general en
Inglaterra, reciben el mérito al trabajo en forma de premio de manos de la realeza.
La cantante Adele se ha convertido en Miembro de la Orden del Imperio Británico (MBE) por su trayectoria en el mundo de la música recibiendo la medalla de manos del príncipe Carlos de Inglaterra en una ceremonia celebrada en el Palacio de Buckingham. Vestida de Stella McCartney, con las uñas a juego y velo de Philip Treacy, la cantante de 25 años declaró que "es un honor ser reconocido y un momento de mucho orgullo".
Y no es para menos ya que la Excelentísima Orden del Imperio Británico es una Orden de la Caballería británica instaurada el 4 de junio de 1917
por el rey Jorge V, y dicha pertenencia es otorgada por el rey, en este
caso la reina de Inglaterra, a todos aquellos que hacen algo
significativo en nombre del Reino Unido.