Uno de los actores más carismático dando vida a una de las figuras
más carismáticas de la Historia. Esa es la propuesta de “Saving Mr.
Banks”, en la que Tom Hanks afronta el reto de encarnar a Walt Disney, una responsabilidad que, según reconoció a Efe, aceptó tras un periodo de dudas.
“Lo primero que pensé cuando me lo pidieron fue: ‘¡Diablos! ¡Menuda
carga! Honestamente, pensé en la responsabilidad que conllevaba. ¿Quién
necesita esa presión?”, explicó el actor de 57 años en una charla con
Efe y cuatro medios estadounidenses en un hotel de Beverly Hills.
Hanks era consciente de que en su carrera había interpretado con gran
éxito a personas reales, como el astronauta Jim Lovell en “Apollo 13″,
el congresista Charlie Wilson en “Charlie Wilson’s War” o a Richard
Phillips en la reciente “Captain Phillips”.
Sabía perfectamente el duro trabajo que requería y no estaba seguro
de si él sería la opción más acertada, llegando incluso a sugerir que
fuera su compañero de reparto Paul Giamatti -un rostro menos conocido y
por tanto, tal vez, más creíble- quien se hiciera cargo.
Hasta que Bob Iger, consejero delegado de Disney, le llamó por teléfono personalmente y le animó a leer el guión del filme.
“Sinceramente, sabes si quieres hacer una película cuando llevas
leídas 12 páginas del texto por el ADN y la filosofía que desprende la
historia”, afirmó el ganador de dos Oscar por “Philadelphia” y “Forrest
Gump”.
“Sinceramente, sabes si quieres hacer una película
cuando llevas leídas 12 páginas del texto por el ADN y la filosofía que
desprende la historia”
“Saving Mr. Banks”, dirigida por John Lee Hancock (“The Blind Side”), narra las dos semanas que pasó en Los Ángeles P.L. Travers, la autora de “Mary Poppins”,
para decidir, a pesar de su nulo interés, si entregaba los derechos
cinematográficos de la obra y el personaje a Disney, cuyos trabajadores
habían preparado una versión de la historia que no convencía en absoluto
a su creadora.
Corría el año 1961, dos décadas después de la primera aproximación
del magnate. Travers, conocida por su arisca forma de ser e interpretada
de forma sublime por Emma Thompson, sopesaba cambiar de opinión debido a
su delicada situación financiera.
“En parte lo entiendo”, admitió Hanks. “Hay mucha
gente que no ve razón alguna en convertir su trabajo, su literatura, en
películas. Y ella odiaba las películas. Odiaba a Walt Disney. Odiaba los
dibujos. Pensaba que lo que hacía era arte barriobajero. Tenía muy
claro quién era Mary Poppins, pero necesitaba el dinero. Es fascinante
ver ese proceso en la cinta”, añadió.
El libro favorito de las hijas de Disney era “Mary Poppins”, así que
el empresario les prometió que lo convertiría en una película sin
imaginar la dura lucha a la que tendría que hacer frente, hasta el punto
de que Travers abandonó Los Ángeles sin dar su brazo a torcer y sólo
accedió tras una reunión privada con el ejecutivo en Londres.
“Lo que se dijeron fue increíble. Él, sencillamente, podía haber optado por recordarle que iba a hacer una tonelada de dinero”,
sostuvo Hanks, quien confesó que en la película no aparece un solo
cigarrillo -a pesar de que Disney fumaba tres cajetillas al día- porque,
de ser así, hubiera sido calificada como “R” (los menores de 17 años no
pueden acceder al cine sin sus padres).
Eso no influyó en la forma de preparar el papel de Hanks, que aún así
insistió en llevar una cajetilla y un mechero en el bolsillo de la
chaqueta, con los que jugaba entre escena y escena. Son pequeños
detalles que le ayudan a meterse en la cabeza del personaje que
interpreta.
“Ya no soy tan meticuloso. Eso lo da la edad. Hay ciertas cosas que
te dan igual. Éste es mi aspecto hoy día y eso no se puede cambiar. Pero
Dios bendiga a la gente que aún quiere contar conmigo para hacer
películas porque ya he aprendido a cómo afrontar cada rodaje”, declaró.
Las candidaturas a los Óscar se darán a conocer en enero y Hanks
entra en las quinielas como mejor actor de reparto por esta cinta e
incluso mejor actor por “Captain Phillips”.
“Es algo que está fuera de mi control. No estaría mal que fuera así. Menos da una piedra”, replicó con naturalidad y sencillez.