La colombiana ahora podrá presumir de ser la número uno absoluta.
Aunque lleva dos años consecutivos consolidada como la intérprete femenina mejor pagada de la televisión, Sofía Vergara no había conseguido todavía destronar al actor Ashton Kutcher
en su pugna por el título de artista con más ingresos de la pequeña
pantalla, una batalla que la actriz colombiana ha logrado ganar este año
según se desprende de las últimas estimaciones realizadas por la
prestigiosa revista Forbes.
Refiriéndose a la estrella televisiva como la persona que
ha roto finalmente la tendencia de que los hombres siempre ganan más
dinero que las mujeres en la industria del espectáculo, la citada
publicación calcula que los beneficios totales acumulados por la actriz
en el período que se extiende desde junio de 2012 hasta el mismo mes del
presente año se elevan hasta los 30 millones de dólares; una cifra que
supera con creces los 24 millones de dólares del actor estadounidense,
debido a los numerosos contratos publicitarios que atesora Sofía gracias a la popularidad de su serie Modern Family.
La importancia que juegan los negocios paralelos a su
carrera televisiva en el patrimonio de la actriz sudamericana es
notable, sobre todo si se tiene en cuenta que Ashton Kutcher sigue cobrando un cheque más cuantioso que el de Sofía por cada episodio de Two and a Half Men en el que participa y, por tanto, continúa erigiéndose como el actor con más caché de la televisión estadounidense.
Además de prestar su imagen a marcas como Pepsi, Cover Girl y H&S, Sofía Vergara
inició el año pasado una meteórica carrera como diseñadora que le ha
reportado jugosos beneficios en el presente ejercicio fiscal, sobre todo
con su colección de ropa para la cadena de almacenes Kmart y su línea de mobiliario para la empresa Rooms To Go.
Por todo ello, la polifacética artista se habría embolsado los 6
millones de dólares adicionales que le han ayudado a vencer a Ashton Kutcher en la batalla por el reinado televisivo.
Una de las claves que explican la multitud de proyectos
profesionales en los que está inmersa reside en la demanda que interpuso
Sofía contra la cadena de televisión Fox -el canal que produce y emite Modern Family-
hace dos años para propiciar un cambio en su contrato de trabajo, que
en su momento le prohibía compaginar empleos y le ofrecía un salario
claramente inferior al que recibe en la actualidad.