Una noche, una stripper, Otra noche, otra stripper. Así fue el plan que
aplicó esta semana Rihanna durante su estancia en Houston, a donde fue
para acudir a un concierto de Drake, rapero con el que ha tenido varios
episodios románticos en el pasado.
El miércoles, Rihanna y Drake salieron del concierto por separado y
luego se reunieron en el club nocturno V Live. Según trabajadores del
lugar en declaraciones al portal Hollywoodlife, ambos disfrutaron de los
bailes eróticos de las strippers, aunque fue Rihanna la más entusiasta.
“Drake estaba sentado a su lado y la miraba disfrutar del show de una
bailarina en particular”, contó la fuente.
Además, los cantantes aventaron miles de dólares al público y bailarines.
Al siguiente día, volvieron para repetir la rutina de gozar los bailes.
Esta vez, Rihanna se gastó 10 mil dólares en otra bailarina, quien no
perdió la oportunidad de salir del anonimato. Se llama Johni Blaze y en
su cuenta de Twitter contó durante toda la madrugada algunos detalles de
su encuentro con Rihanna.
Drake se gastó esa noche otros siete mil dólares y a las cinco de la
mañana salieron rumbo a su casa pero ya no solos, sino en compañía de
Blaze, quien ya no compartió los detalles de lo que hicieron después
Honor
Rihanna, por cierto, está nominada a cuatro premios en la entrega de los
American Music Awards, incluido Álbum del Año, y fue elegida para
recibir en esta ceremonia la distinción Icono, anunciaron los
organizadores.
La artista de Barbados, quien está programada para cantar uno de sus
éxitos, será la primera en obtener el galardón más importante en la
ceremonia, a realizarse el 24 de noviembre en el Teatro Nokia, de Los
Ángeles.
“La introducción del premio Icono por primera vez en esta ceremonia
busca reconocer la labor de un artista, cuyo trabajo ha sido de profunda
influencia en la música pop a nivel mundial”, afirmó el productor Larry
Klein. “Se ha convertido en una de las más poderosas”.