Un día, de pronto, Michael J. Fox descubrió que padecer Parkinson
no era tan dramático como pensó, sino que podía hacer reír a las
personas con cada anécdota que el actor había acumulado a lo largo de
más de 20 años de lidiar con la enfermedad que se le diagnosticó en1991,
cuando tenía 30 años.
Situaciones como no poder abrir un frasco de mermelada o marcar al 911
por accidente o servir la cena mientras sus hijos "mueren" de hambre,
lograron sacar risas, pese a que contravenía lo políticamente correcto, y
convertían el momento en un recuerdo divertido.
"Me reuní con varias personas, como Will y Richie de Olive Bridge
(empresa productora de entretenimiento), y hablamos de ciertas ideas.
Les conté historias de mi vida, se reían y las anotaban. Pensé:
quizás eso haré, algo que les hable indirectamente, a través de una
familia ficticia, sobre los retos y las cosas chistosas, las cosas
tristes pero mayormente las cosas chistosas que vienen con esta
situación", dice el actor de 51 años en entrevista para Comedy Central.
La enfermedad, que hasta ahora no tiene cura y que afecta a la parte del
cerebro que controla los movimientos musculares, es para muchos un tema
delicado y está alejado de ser una buena comedia.
Pero de alguna forma, Michael J. Fox logró convertir su tragedia
personal, que lo apartó de los escenarios, las cámaras y las luces, en
uno de los regresos más esperados de la industria del espectáculo.
Y aunque todavía hay alguna resistencia a reír con la pena del histrión,
la palabra final la tiene el público que podrá ver su regreso este
lunes con el estreno de El Show de Michael J. Fox, que se transmitirá en Comedy Central.
"La razón por la que estoy haciendo el show ahora es porque al fin
comprendí que esto es a lo que me dedico y que amo hacerlo a pesar de
todo", comenta Fox, quien conoció la fama gracias a Martin McFly, personaje de la saga de Volver al Futuro.
Para los críticos de televisión, la carrera de Fox se truncó a raíz de
que el Parkinson le fue detectado. Durante la filmación de Doc Hollywood
mostró los primeros síntomas. Después de conocer el diagnóstico comenzó
a beber, pero lo superó al poco tiempo.
En 2000 estableció The Michael J. Fox Foundation, asociación dedicada a la investigación del Parkinson, que hasta 2012 ha donado 250 mdd, convirtiéndose, según la revista Forbes, en el segundo mayor donante para la investigación de esta enfermedad.