"Me di el lujo de ganarle a María Conchita": Miss Venezuela 1975

Maritza Pineda Montoya fue coronada miss Venezuela en la edición del certamen de 1975, siendo para ese entonces una de las favoritas del llamado zar de la belleza, Osmel Sousa, aunque este todavía no era presidente del evento. Hace 38 años, el concurso resultó polémico porque varias candidatas no eran nacidas en suelo nacional.
Elocuente, elegante, jovial y de muy buen humor, así se conserva Maritza, quien nos representó en el Miss Universo celebrado en San Salvador. Pineda es abogada y está residenciada en la zona de Macaracuay (Caracas), desde donde ejerce su profesión y lleva las riendas de un negocio dedicado a la moda.
Su tiempo también lo comparte viajando a Canadá, donde estudia su hija menor, mientras que la mayor es médico. De resto, asegura que disfruta estar en el gimnasio y cuidar a su mascota en la casa.


—¿Qué recuerdos tiene del concurso de 1975?
—Yo gané el título como la primera miss Venezuela coronada en el Poliedro de Caracas y eso para mí tiene un valor adicional. Era un lugar muy bonito y el escenario era grandísimo, por lo que a partir de entonces, el concurso comenzó a tomar mayor importancia. Fue una experiencia divina o especial para todas las candidatas.
—¿Alguna anécdota que usted pueda contar?
—Las otras misses se portaban muy mal conmigo e intentaban hacerme maldades, me botaban los zapatos porque sabían que yo era la favorita de la prensa. Para ese entonces, Osmel (Sousa) todavía no era el presidente del evento; lo asesoraba y tenía cierta influencia. Se formó un escándalo en la farándula de la época con los periodistas porque varias candidatas no habíamos nacido en Venezuela.
—¿Cómo era la dinámica de la elección?
—El animador fue el zuliano zuliano Gilberto Correa y como era en el Poliedro, la directiva del concurso decidió que la ganadora la escogiera el público por los aplausos. Me di el lujo de ganarle la corona a María Conchita Alonso, pero después, la prensa sacó el chisme de que yo era la novia de Gilberto porque él me agarraba mucho de las manos.

—¿Quién le diseñó su traje de gala?
—Para la década de los 70’s era obligado que la tela debía ser escogida en los almacenes Sudantex porque ellos patrocinaban el certamen. Osmel se copió un vestido de la firma Valentino y me lo confeccionó la señora Alfa Saborini, dueña de la boutique más chic de Caracas. Mi traje fue color salmón y le pusieron unas plumas que las buscaron en Roma, Italia.
—¿Usted tenía experiencia en las pasarelas venezolanas?
—Había concursado en el certamen Miss Caribe y fui nombrada primera finalista y miss elegancia. Ya en el Miss Venezuela me había ganado previo la banda de miss pasarela. Obvio que me impulsó el hecho de haber estudiado modelaje en una agencia internacional.

—¿Por qué hubo escándalo en la prensa por su elección como reina?
—Porque mis raíces son colombianas, pero toda la vida había vivido en Caracas y en Venezuela. Además, otras misses estaban en la misma situación, tal es el caso de María Conchita Alonso que nació en Cuba y quedó de segunda para ir al miss Mundo.
—¿Cómo fue el show o espectáculo del año 1975?
—El Poliedro era gigante, pero la noche final estaba repleto de público porque la gente ya disfrutaba y le gustaba mucho el concurso. Recuerdo que tuvimos demasiados ensayos y metieron el doble de bailarines para llenar el escenario. El artista invitado fue el grupo musical Las Cuatro Monedas.
—¿Qué le dijo María Conchita y las otras misses cuando usted ganó?
—María Conchita nunca fue mi amiga porque todas las candidatas éramos rivales y me miraban con recelo. Había un programa en la TV de la época,
El Show de Joselo, que tenía una frase pegada: ‘Los últimos se van pal autobus’… y eso fue lo que yo le dije a unas cuantas que me hacían la vida de cuadritos.
—¿Conoció al presidente de la república?
—Sí, claro. Cuando yo gané me recibió Carlos Andrés Pérez en la residencia oficial de La Casona junto con su esposa Blanca Rodríguez de Pérez. Resultó una conversación muy amena y me envió un ramo de flores por mi cumpleaños. Me ofrecieron apoyo para viajar al Miss Universo en Centroamérica.
—¿Qué diferencia ve entre el concurso de antes a los de ahora?
—Ahora son más profesionales y preparan mejor a las misses. Antes no había clases de oratoria, ni baile o maquillaje. Pero resulta que ahora el certamen es más comercial y tiene muchos anunciantes publicitarios que antes no había ese furor, ni entraba tanto dinero.
—¿Por qué no siguió la carrera en TV?
—Tan sencillo porque nunca me imaginaba verme en la pantalla besándome con un hombre que no era mi novio o que no me gustara. Cosas de la época.



 
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