Puede
sonar extraño teniendo en cuenta sus 44 años y el hecho de que siempre
ha reconocido que le cuesta compaginar su absorbente rutina laboral con
su condición de madre -Jennifer Lopez tiene dos mellizos fruto de su
extinto matrimonio con Marc Anthony-, pero la popular artista podría
haber recurrido de nuevo a la inseminación artificial para traer a un
nuevo niño al mundo y, de esa forma, repetir una experiencia maternal
con la que llevaba soñando desde hacía varios años.
Según
publica la edición estadounidense de la revista OK!, los resultados de
su supuesto proceso de gestación ya serían visibles gracias al creciente
volumen de su barriguita, lo que habría hecho saltar las alarmas del
círculo cercano a Jennifer Lopez y también las del propio Casper Smart,
su pareja desde hace ya dos años, quien podría no estar involucrado en
la nueva aventura maternal de la artista.
"Todo el
mundo está preguntándose cuál es el origen del evidente bulto en el
vientre de Jennifer, todo un misterio para sus allegados y un tema del
que Casper no quiere oír hablar. Lo cierto es que nunca ha sido un
secreto que Jennifer quería volver a ser madre y que iba a iniciar el
proceso a través de la inseminación artificial, al igual que hizo cuando
se quedó embarazada de Max y Emme", desveló a la mencionada publicación
una fuente cercana a la diva del Bronx
Aunque la
noticia necesita ser confirmada por la propia artista antes de que se
abra la veda de las especulaciones, la verdad es que Jennifer Lopez
siempre ha hablado muy claro sobre su instinto maternal y nunca ha
rechazado la idea de ampliar la familia siempre que el hombre que
ocupara su corazón estuviera en el mismo barco.
"A
estas alturas no sé si volveré a ser madre, solo el tiempo y las
circunstancias de mi vida sentimental lo dirán, pero reconozco que es
algo que siempre me ha atraído y que, en el caso de que se volviera a
dar, lo recibiría con mucha ilusión y como una nueva bendición en mi
vida", confesaba la estrella del pop al canal Entertainment Weekly.
Poco
después de hacer esas explosivas declaraciones, diversos medios de
comunicación estadounidenses se hicieron eco de la posibilidad de que
Jennifer hubiera aprovechado el parón veraniego para visitar una clínica
de fertilidad en repetidas ocasiones, una teoría que explicaría la gran
expectación que se ha generado ahora sobre su supuesta maternidad, así
como la nostalgia que sentía la polifacética artista por la figura que
lucía justo después de dar a luz a sus hijos.
"Cuando
me quedé embarazada recuerdo que veía aumentar mi trasero y mi vientre
cada día, y pensaba: 'No seré la misma nunca más'. Tras tener a mis dos
mellizos, mi vientre se quedó flácido y muy poco atractivo, pero a mí me
gustaba porque de alguna manera me lo había ganado", reconocía Jennifer
al periódico The Sunday Telegraph