Como diría Sabina, “Después de toda una vida poniendo diques al mar”…, está noche son el pecado, las bellas, las divas, las reinas de la noche.
Los hombres sobre las tablas de un teatro han persuadido a la
naturaleza a que por unas horas les deje ser mujer, y uno de ellos Miss
Venezuela Gay.
El frío de Caracas a medianoche recorre las calles de un Sabana
Grande solo, libre de los prejuicios, los complejos y los pecados de la
sociedad. Detrás de un telón rojo de un teatro local sucede la magia:
polvos, pigmentos, laca, pelucas y crema para depilar, aquellos ya no
son hombres y tampoco diré que mujeres pero sin duda han recreado
nuestra belleza con más sacrificios de los que podamos imaginar.
Adentro estaba Señora Trujillo, fue una de las primeras en llegar, minuciosa con su maquillaje, corría en interiores por todo el salón
mientras se acercaba la hora. Mientras una mujer ajustaba el vestido de
un jovencito de unos 22 años de edad, y con dedicación esperada arregló
los detalles que faltaban por ajustar, es su mamá, quién mejor para
ayudarlo a soñar.
Tras la puerta de un camerino, estaba un hombre de mayor edad, él
participaba en el Señora Venezuela, y en ese momento aún terminaba de
bordar el canutillo de su escote, estaba solo, de hecho él mismo se
terminó de maquillar. Pero algo pasó cuando salió al escenario, dos
jovencitas yo diría que adolescentes eran su barra, entonces gritaron a
toda garganta: “Ey miren al de rojo, ese es mi papá, papí te amamos”.
Una a una salieron al escenario, y batieron las caderas en traje de
baño y en traje de noche. Estos muchachos se depilaron el cuerpo entero,
se moldearon la cintura y el entrepierna con cinta de embalar, respingaron
su nariz con palillos de dientes y adhesivo, caminaron en tacones y
usaron vestidos que seguro les dificultaron respirar.
Pero creo que acertadamente uno de ellos decía, que lo más difícil de
estar allí era estar frente al público. Está comunidad es muy dura
consigo misma, y tiene aún un reto muy importante en cuanto a enfrentar
su auto-tolerancia.
Finalmente la noche del truco y la magia coronó a su reina, Miss Costa Oriental,
una cenicienta, como dice la canción una reina de la noche “…Una diosa
del pop, una diva del dance, no eres quien para poderla juzgar “.
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