Tras los rumores de crisis que se ciernen sobre Enrique Iglesias y Anna Kournikova, ahora el «New York Post» asegura que también podría existir un distanciamiento físico de la pareja.
Al parecer, ambos han llegado al acuerdo de vender la mansión que
estaban construyendo para su futuro juntos en Bay Point, Miami.
La tenista y el cantante estaban edificando en secreto este complejo en el paseo marítimo con la ilusión de formar allí una nueva vida juntos.
Sin embargo, según informa el tabloide americano, la vivienda ya ha
salido a la venta por diez millones de dólares. La cesión de la
propiedad estaría prevista para este miércoles y la operación se habría
llevado a cabo por un broker de la manera más prudente y discreta
posible.
Según informaba el mismo medio esta semana, la deportista se habría cansado de esperar a que Enrique decida dar el paso hacia el matrimonio y estaría dispuesta a dejar la relación de doce años que le une sentimentalmente al cantante.
La reticencia que muestra Iglesias a pasar por el altar se
debería a no querer repetir la historia que vivió cuando sus padres,
Isabel Preysler y Julio Iglesias, se divorciaron. «No creo que quieras
más a alguien por el simple hecho de tener un trozo de papel. Hoy en día
no es un tabú tener hijos fuera del matrimonio», confesó en cierta
ocasión a la revista Parade