La actriz Amanda Bynes fue diagnosticada con esquizofrenia y trastorno
bipolar, por parte de especialistas del centro médico de la UCLA, indicó
el portal Radar Online.
Ayer trascendió que la actriz de 27 años había dejado el hospital para
ser trasladada a un centro de rehabilitación, algo que parecía
preocupar, pues aún no se encontraba estabilizada.
Los padres de Bynes emitieron un comunicado para informar que la joven
“está recibiendo tratamiento especializado en un centro privado fuera de
Los Ángeles. Amanda está dando grandes pasos hacia la recuperación”.
La familia pidió privacidad para que puedan enfocarse en la salud de la
joven, además de agradecer por el interés hacia su hija.
Aunque para los padres resultó difícil al principio, la joven puede
llevar una vida normal mientras tome sus medicinas, algo en lo que los
doctores aún trabajan.