Sheina Chang no se va de Globovision

Sheina Chang fue una de las primeras sorprendidas cuando Leopoldo Castillo se despidió de las cámaras de Globovisión. La comunicadora social confiesa que habían hablado de hacer modificaciones a Aló, Ciudadano y renovarlo, pero nunca imaginó lo que iba a suceder el 16 de agosto pasado. Sin embargo, asegura que después de hablar con el conductor del espacio se quedó tranquila y decidió seguir en el canal haciendo periodismo "siempre y cuando me lo permitan".

-¿Cómo han sido estas semanas después de la salida de Leopoldo Castillo?

-Han sido semanas difíciles, como todos los procesos de cambio cuando llegan a veces de sorpresa, pero creo que han sido momentos en que se ha demostrado los lados buenos, los lados que nadie quizás hasta conocía de sí mismo y en momentos de crisis siempre hay cambios y ocurren cosas buenas.


-¿Qué ideas cruzaban por su mente ese día y qué ideas cruzan por su mente ahora?

-A ver... ese día yo no sabía que él se iba a despedir en ese programa. Nos agarró a todos por sorpresa.

-Pensamos que ya lo habían conversado...

-No, habíamos conversado que el programa lo teníamos que modificar, cambiarlo, renovarlo. Tenía muchísimos años, un formato de tres horas al aire en vivo en televisión es mucho, o sea, requiere mucha producción, mucho esfuerzo, es un trabajo agotador. Si ibas al programa sabías que eso desgasta mucho y sí le estábamos buscando la vuelta, pero no me imaginé que el programa iba a llegar a su fin ese día. Cuando él bajó las escaleras que comenzó a hablar, yo sentía que lo que me estaba pasando por la cabeza era un video de mis 10 años trabajando con él. No lo podía creer ¿De verdad? ¿Esto está pasando? ¿Y ahora qué viene? ¿Y por qué no me lo dijo antes? Bueno, lo agarro allá afuera, hablo con él, me lo va a explicar y así fue.

-¿Y qué le dijo?

-Bueno, en parte fue eso, que 'el formato se agotó, tenemos que cambiar. No se preocupe, vamos a seguir trabajando, estamos creciendo, tenemos que seguir haciendo lo que sabemos hacer' y me sentí tranquila con esa respuesta. Primero, porque hay mucha confianza entre él y yo, él no solamente es mi jefe, es como mi papá, me ha hecho entender muchas cosas de esta profesión.

-A Gladys Rodríguez y a Román Lozinski no les quedaron claros los verdaderos motivos por los que renunció, de hecho, Gladys dijo que el periodismo que hacía 'El ciudadano' en Aló era incómodo para el Gobierno actual. ¿Él le contó algo de eso?

-No, en lo absoluto, de hecho, quien tiene que explicar las razones por qué se fue es él. Yo podría dar mi opinión y decir que me siento satisfecha con la conversación que tuve con él. El periodismo que nosotros hacíamos en Aló, Ciudadano no solamente era incómodo para este Gobierno, era incómodo para cualquier Gobierno porque las críticas le molestan a cualquiera, pero eso no me lo mencionó él, de hecho, en otras oportunidades me quedó muy claro que con esta nueva junta directiva estábamos trabajando bien y él me dijo: 'Me voy con las puertas abiertas' y la junta directiva me lo ratificó en una conversación aparte. Nosotros queremos que él vuelva. Es una posición muy personal de él. Hay gente que dice que no le quedó claro, pero yo no puedo hablar por esa gente ni puedo hablar tampoco por 'El ciudadano'.

-¿Cuál es el ambiente que se respira en estos momentos en el canal?

-Parece la máquina de un barco. Todo el mundo está trabajando casi que sobretiempo, hay muchas ganas de quienes nos quedamos de salir adelante, de demostrar que sí podemos seguir haciendo un buen periodismo ni de un extremo ni del otro. Es mi posición particular porque creo que los extremos no son buenos en ningún caso. Hay gente que está trabajando en Globovisión que venía de otros medios que los han cerrado, en mi caso particular, yo vengo de la radio y cuando ocurrió esto dije: 'no me voy a ir porque ya yo sé lo que es quedarse sin un lugar donde poder trabajar'. Yo nunca pude demostrar cómo era mi trabajo en radio porque no existen, además esta es una profesión en la que no hay "n" cantidad de canales de televisión ni de radio ni de impresos para uno poder ejercer. Son miles de personas las que se gradúan cada año y dentro del canal hay muchas experiencias como ésas y valoran mucho lo que es tener en donde seguir trabajando. Allí hay gente de carrera, ahí hay gente que tiene 15, 17 años trabajando en Globovisión que es una máquina. Cuando pasó lo del apagón hace días, nosotros dijimos: 'éste es un momento de prueba, vamos a ver cómo andamos en estos topes informativos' y ahí no pasó absolutamente nada distinto a lo que habíamos hecho en cualquier otra oportunidad. Ahí todo el mundo sabía lo que tenía que hacer, ahí todo el mundo trabajó de la manera más profesional y la información salió al aire de lado y lado. Yo siento que en el canal hay ese ambiente de querer trabajar y demostrarle a la audiencia que estamos allí y que seguimos siendo los mismos.

-Muchos de sus compañeros hablan no solo de cambios en la programación sino de inversión en equipos y hasta de una mudanza...

-Sí, en un principio cuando llegó la nueva junta directiva se habló de la posibilidad de mudarnos de sede. Yo no creo que eso sea de la noche a la mañana, eso es un proceso que lleva tiempo, pero lo cierto es que ellos vieron como estábamos trabajando, qué hacía falta, o sea, han hecho el esfuerzo para mejorar las condiciones de trabajo, eso se ve en equipos, la gente lo sabe, se está sintiendo.

-¿Ha recibido propuestas para conducir su propio programa?

-No, voy a estar en la parte de noticias. Voy a estar en la emisión estelar.

-¿Le parece que un canal de centro es aquel que le baja el tono a la denuncia y busca exaltar solo los aspectos positivos de la realidad de un país?

-No, en lo absoluto. Un canal de centro es el que cumple con el principio básico del periodismo que es informar. Cuando tú no informas no le permites al lector, al televidente o al oyente crearse su propia opinión. Lo que pasa es que estamos en un país extremadamente polarizado. No se ha eliminado la protesta, de hecho, hace días se lo decía a unos compañeros: '¿ustedes están viendo el noticiero? ¿Ustedes se están dando cuenta que en la gran mayoría de las protestas en el interior del país el único micrófono que está ahí es el de Globovisión? Todavía, a pesar de las críticas, las denuncias se siguen haciendo, a lo mejor de otra manera. La gente siente que quizás falta un poco de no sé, agresividad podría ser, un poco más de opinión, pero ahorita viene una parrilla de programación que también va a tener opinión; pero mi posición es hacer periodismo siempre y cuando me lo permitan hacer. Yo no soy política. No me interesa ser política y no le puedo decir a las personas: 'mira, esto es lo bueno y esto es lo malo'. No. 'Esto es lo que está ocurriendo', hay principios éticos, pero creo que en este país todo el mundo sabe lo que es bueno y lo que es malo.

-Se puede ejercer el periodismo bajo la sombra de la autocensura?

-No se puede. No se vale la censura ni obligada ni la autocensura. No sería periodismo.

-¿Cree que el antiguo Globovisión quede en el recuerdo como lo hizo RCTV?

-No lo creo porque el espíritu de Globovisión es de un canal de noticias y en muchos momentos, ocupó el lugar que ocupó por la situación del país. Si aquí se llegase a presentar, ni Dios lo quiera, una tragedia climática o un evento político, Globovisión va a seguir trabajando en la misma manera, si nosotros seguimos presentando la noticia de la misma manera vamos a ocupar el mismo lugar en el recuerdo de la audiencia y eso no lo va a determinar el medio, lo va a determinar el público.
 
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