Con el paso de los años y la reputación ganada por su carrera
cinematográfica, Michael Douglas ya no tiene reparos en echar la vista
atrás y compartir algunos secretos inconfesables de su etapa estudiantil
en la Universidad de California (Santa Bárbara, Estados Unidos), en la
que dejó a un lado los libros para dedicar la mayor parte de su tiempo a
consumir drogas y a estar rodeado de atractivas mujeres.
"No
estudiaba nada y tomaba muchas drogas. Fue un momento mágico para mí
porque vivía en una especie de comuna, en una casita de madera que
alquilábamos entre tres. Nos bañábamos desnudos, fumábamos mucha hierba y
estábamos colocados todo el tiempo. Además íbamos a festivales y
bebíamos mucho vino. Fueron unos años maravillosos y llenos de locura",
confesó la estrella de cine a la revista GQ.
No sería hasta su
tercer año en el campus cuando Michael Douglas comenzó a estudiar
teatro, una afición que le hizo fantasear con la posibilidad de
convertirse algún día en una estrella de Hollywood. Sin embargo, este
deseo se desvaneció por completo tras una primera actuación que resultó
desastrosa a ojos de su legendario padre, Kirk Douglas, quien no veía
con buenos ojos que su hijo siguiera sus pasos en el mundo de la
interpretación.
"Entonces no tenía ningún deseo de convertirme en
actor. Era terrible y además sufría pánico escénico. Mi padre vino a ver
mi primera obra de teatro, 'Mucho ruido y pocas nueces', y cuando
terminé me dijo: 'Hijo, ¡has estado espantoso!'. Yo sabía perfectamente
que después de verme se quedó completamente aliviado porque así no
tendría que preocuparse por mi futuro como actor", confesó.