Luego de la típica arepa a la cual le colocaron en Nueva York el nombre de Maite Delgado, en
honor a la reina de belleza y actual conductora de Televisión, salió a
relucir la historia de otra soberana. Se trata de Susana Duijm, nuestra criolla reina quien también tiene su arepa: la “Reina Pepiada”.
En un trabajo realizado por el diario El Correo del Caroní se precisa el origen de este plato venezolano:
A raíz de lo publicado en este mismo diario, sobre la típica arepa, a la cual le colocaron en Nueva York, el nombre de Maite Delgado, en honor a nuestra otrora reina de belleza y actual conductora estrella de TV, nos llegó la historia de otra soberana, a la cual se le hizo lo mismo en su honor, allá por 1955, cuando trajo para Venezuela, el primer título de Miss Mundo. Susana Duijm, nuestra criollísima majestad, también tiene su arepa y es nada más y nada menos, que la famosísima “Reina Pepiada” Aquí en ¡Qué Momentos! la historia y un humilde tributo a nuestra inolvidable y eterna majestad.
Es la arepa más famosa del país y Susana la pionera Miss Mundo venezolana. Ella al igual que la arepa, es nuestra y ese orgullo lo sintieron los hermanos Álvarez, quienes en su honor, crearon y bautizaron, lo que ahora nosotros conocemos como “Reina Pepiada”.
Es la arepa más famosa del país y Susana la pionera Miss Mundo venezolana.Anteriormente se realizaba como una tostada rellena de pollo guisado y luego horneado, acompañado de lonjas de aguacate y granos de petit pois. En la actualidad los establecimientos la rellenan con ensalada de gallina, mayonesa y aguacate. Su creador se llama Heriberto Álvarez y es nativo de Trujillo. Junto a sus hermanos y su madre María de los Santos Álvarez, fueron los artífices de esta idea, que hoy continua vigente en nuestro paladar y cotidianidad.
1955 un año glorioso para Venezuela
Ese año, el mismo donde la hermosa morena nos regaló la dicha de tener nuestra primera Miss Mundo, los hermanos Álvarez, abrieron un local ubicado por Plaza Venezuela. Allí ellos en honor a Susana, vistieron de reina a una de sus sobrinas, que para ese momento tenía apenas 12 años. La sentaron como en un altarcito para que la gente la viera en el establecimiento. Entonces pasó un señor y les preguntó por qué tenían a esa niña allí.
Ellos le explicaron que era un homenaje a la nueva soberana de la belleza. Y el señor impactado les respondió: ¡Pero si yo soy el papá de Susana! Les prometió llevarla al restaurante y cumplió su promesa.
Llegó Susana Duijm y ellos le brindaron la tostada, que posteriormente se convertiría en unos de los manjares más exquisitos del pueblo venezolano. La reina se la comió con gusto, acompañada de un juguito. “Esta tostada se llamará “La Reina” en su honor” y ella humilde y sincera, como ha sido siempre, agradeció el gesto. Pero como en esa época a las mujeres de buenas curvas, así como Susana, se les llamaba “pepiadas”, le colocaron ese apellido a la arepa. Y así nació la famosa y deliciosa ¡Reina Pepiada!
¡Salve reina y este humilde homenaje es para ti! Recordar es vivir.