Las pocas telenovelas que hay al
aire en la televisión venezolana reúnen actores jóvenes. Una nueva
generación artística se levanta para desarrollar proyectos que van
acorde con la vanguardia creativa de la actualidad. La pregunta es:
¿Dónde están los veteranos, las primeras actrices y los que en otrora
interpretaron grandes papeles?
El debate lo abrieron en La Bomba,programa de variedades de Televén,
donde entrevistaron a José Torres, mejor conocido por su papel de
Tecupae en aquella telenovela llamada Kaina.En esa oportunidad, él decía
que tenía muchos años sin que lo tomaran en cuenta para ningún
proyecto. Su aspecto ya no es el mismo, tiene canas y más arrugas.
¿Estará viviendo él la misma situación de otros tantos?
La Verdad también buscó voces y entrevistó a dos grandes
profesionales de la televisión nacional: Juan Carlos Gardié y Jean
Carlos Simancas. El primero de ellos se suelta dando opiniones y/o
posibles soluciones. "Al no estar funcionando RCTV en el mercado es
menos el trabajo para los actores. Las razones son obvias y no es nuevo.
El tema ya es noticia vieja. En estos momentos se producen dos o tres
novelas al año. Es una simple ecuación matemática".
Falta de personajes
Gardié; quien trabajó en dramáticos como Niña Bonita, Hay Amores que
Matan y Trapos Íntimos;asegura que él siente una acogida privilegiada,
pues no ha dejado de actuar. Recientemente apareció en Válgame
Dios,realizando un papel breve pero importante. Sin embargo, está
consciente de la situación de muchos colegas. "Las condiciones laborales
no son buenas, mucho menos para los profesionales entre 50 y 80 años.
La mayoría ha tenido que recurrir al teatro. Yo creo que cada vez se
reduce más la cantidad de personajes con características específicas".
Según él, las nuevas generaciones son las que acaparan la pantalla
chica. "Unos son talentosos otros no tanto... Lo cierto es que se dio un
giro tremendo". Pero el problema se lo atribuye también a los
escritores. "Si ellos no escriben personajes para gente mayor ¿Entonces?
Tal parece que se dejan llevar por el mercado y los gustos de la
modernidad. La novela no solo es arte, es negocio. Yo, por ejemplo, sé
entender cuándo me toca y cuándo no".
Ni trabajo ni dinero
Si existen otras razones por las cuales han dejado a un lado a tantos
veteranos, el actor las desconoce, "Solo estoy seguro de que no hay
plaza. Hace 10 años atrás todo era diferente. Se producían entre seis y
ocho novelas al año. La realidad ahora es otra. No hay trabajo".
Jean Carlos Simancas se une a su amigo con planteamientos parecidos, y
le añade el hecho de que "la televisión nacional está deprimida". Él
habla más de política. "Si antes, con Chávez, las cosas eran difícil, en
estos momentos son casi imposibles. Se agudizó el problema. Claro, todo
eso va ligado a la vanguardia creativa, sobre todo a nivel
internacional. Nosotros nos quedamos atrás, tecnológicamente hablando.
Las telenovelas que hacemos no son en alta definición, y así es más
complicado venderlas".
Y, por otro lado, Simancas explica algo que -quizá- es en este caso
lo determinante: "Los actores jóvenes son menos costosos. Es más fácil
pagarle a un muchacho que va empezando, que a una figura reconocida. En
pocas palabras, no hay dinero".
Papeles
Juan Carlos Gardié nombró a algunos papeles que pudieran ser
interpretados por gente mayor: "Un abuelo muy querido, un mafioso de
gran peso dentro de la trama, un abogado como esos de la televisión
norteamericana, y médico de vital importancia en la historia". Asegura
que deben quedar atrás roles como la señora del servicio o la abuelita
que apenas aparece.