Aunque ha recibido críticas positivas por su última película como
director, 'La vida secreta de Walter Mitty', Ben Stiller confiesa que no
prevé ningún tipo de nominación por parte de la academia encargada de
otorgar los prestigiosos premios Óscar.
"No tengo ningún
prejuicio. La película es lo que es, pero después de que 'Dodgeball' no
obtuviera ninguna nominación, yo ya he desistido con la Academia",
aseguró a la revista Total Film.
En su último estreno
cinematográfico como director y actor protagonista, basado en una breve
historia escrita por James Thurber en 1939, Stiller da vida a un hombre
cuya locura le hace creer que desempeña diferentes profesiones como
neurocirujano o piloto de carreras, una fantasía creada por su propia
imaginación y que se erige como epicentro sobre el que gira todo el
argumento, una original idea que cautivó al intérprete desde el primer
momento en que leyó el relato.
"Leí la historia cuando era un niño
y la recuerdo perfectamente. Me acuerdo del mundo ficticio en el que
vivía el protagonista cuando se imaginaba a sí mismo realizando una
compleja operación o apagando un fuego junto al cuerpo de bomberos. Es
un hombre con una imaginación demasiado desarrollada y reconozco que yo
mismo he fantaseado con vivir este tipo de experiencias", confesó el
extrovertido artista.