Una vez más regresa el australiano Hugh Jackman ( Les Misérables)
con su enorme musculatura y garras de lobezno a protagonizar una nueva
aventura de Logan, esta vez en escenario nipón. Con James Mangold en la
dirección de este reboot del “Hombre X” de
Marvel, Logan, contrariamente al motivo inicial que lo trae a esta
lejana tierra –despedirse de Yashida, amigo japonés al que salvó de la
muerte en una guerra hace muchos años– es sorprendido aquí con nueva
tarea que cumplir y, como buen guerrero, se entrega a ella en cuerpo y
alma.
Siempre dispuesto a clavar sus garras a monstruos y
supervillanos, Logan es sin embargo amable y protector con las damas
–aunque no con la maléfica Viper. Se trata de sus nuevas amigas
japonesas: la pelirroja Yukio (Rila Fukushima), recogida cuando niña por
Yashida, que ha logrado meter en la bañera a este greñudo ermitaño, y
la bella y sofisticada Mariko (Tao Okamoto), heredera de la mayor
fortuna del Japón. La vida de Mariko corre peligro, pero ya tiene quien
la salve.
El mutante inspirado en el cómic de Frank Miller y
Chris Claremont, está cansado aquí de su inmortalidad: lleva más de un
siglo dando tumbos y no ha encontrado una buena razón para seguir
viviendo eternamente. Y ahora algo le hace casi perder su extraordinario
poder curativo, provocando que sienta el dolor de las heridas.
La pelirroja es vidente y ha soñado la muerte de Logan (Lobezno o
Wolverine) ¿Se cumplirá su pronóstico? De cualquier manera Logan es muy
popular y siempre podrá renacer en el mundo de Marvel. De hecho estará
en el 2014 en X-Men: Days of Future Past. Aunque la presente entrega que lleva su nombre, The Wolverine,
no le hace mucho favor a la saga. A pesar de que la inicial relación
del japonés soldado y el mutante prometía una buena historia, las
continuas –aunque espectaculares– escenas de acción con ninjas y otros
villanos que interrumpen la narración cada pocos minutos, terminan por
imponerse a la línea argumental. Y, claro, de acción se trata, y ciertos
momentos no aportan mucho al desarrollo dramático, como la reiterada
aparición en el subconsciente del mutante de un personaje de su pasado.
Queda esperar si es mejor X-Men: Days of Future Past, que se anuncia para los fans de la saga en una escena en los créditos finales.