Miguel Angel Caputo y Juan Cristóbal Mancheño son los responsables de que Tártara sea hoy una referencia obligada en el mundo del entretenimiento musical. No sólo es un grupo que presenta shows en vivo, es una marca, que con disciplina, constancia, pasión y esfuerzo, se ha establecido durante más de 20 años como una “escuela de talentos”
Pioneros en el concepto interactivo de música para fiestas, eventos sociales, privados y corporativos, los creadores de Tártara confiesan que más que un ingrediente especial, el secreto de mantenerse durante más de dos décadas, está en la mezcla perfecta entre constancia, compromiso, trabajo, disciplina y el talento de quienes forman parte de este equipo.
Tártara nace de la idea de hacer de la música una empresa, bajo la premisa de “vivir de lo que se ama”, los músicos y productores venezolanos Miguel Angel Caputo y Juan Cristóbal Mancheño, unieron esfuerzos para crear lo que hoy en día es una de las agrupaciones más reconocidas y de mayor trayectoria de la movida nocturna. Una marca registrada, con un formato vanguardista y un espectáculo que unifica el talento de cinco cantantes, un tecladista y un guitarrista, con un DJ que mezcla música durante los descansos, así como todos los elementos técnicos, audio y un sistema automatizado de iluminación marcan la diferencia en cada presentación.
Desde el primer día, Tártara surgió como una idea formal para trabajar la música. “La política ha sido brindar las mejores condiciones que estén a nuestro alcance, para que todos los integrantes se sientan bien y a gusto dentro de la organización”, por ello la disciplina ha sido una característica fundamental para formar parte del grupo de profesionales que trabajan todos los días bajo el nombre Tártara.
Una “escuela de talentos”
Ensayos, coreografías, producción técnica, musical y audiovisual, negociación, atención al cliente, montaje y desmontaje de cada evento, son algunos pasos previos para que la gente disfrute de un buen espectáculo. Mercadeo, finanzas, innovación tecnológica y musical, han sido clave para que Tártara sea hoy una marca líder en el mercado.
Con sede en Venezuela y la ciudad de Miami y en aras de expandirse hacia otras ciudades de Estados Unidos y luego diferentes países de Latino América, Tártara se ha convertido en lo que sus mismos fundadores llaman una “escuela de talentos”, ya que no sólo ha sido cuna de jóvenes exitosos que han iniciado su carrera en las filas de la agrupación, sino que contribuye a la formación artística, musical, empresarial y gerencial de quienes asumen el compromiso de creer en este proyecto. “Somos una referencia obligada de los mejores eventos de Venezuela. Una marca cercana e innovadora, que define el camino a seguir por todos sus competidores. Hemos escrito y seguimos escribiendo gran parte la historia del entretenimiento en Venezuela”.
Pioneros en el concepto interactivo de música para fiestas, eventos sociales, privados y corporativos, los creadores de Tártara confiesan que más que un ingrediente especial, el secreto de mantenerse durante más de dos décadas, está en la mezcla perfecta entre constancia, compromiso, trabajo, disciplina y el talento de quienes forman parte de este equipo.
Tártara nace de la idea de hacer de la música una empresa, bajo la premisa de “vivir de lo que se ama”, los músicos y productores venezolanos Miguel Angel Caputo y Juan Cristóbal Mancheño, unieron esfuerzos para crear lo que hoy en día es una de las agrupaciones más reconocidas y de mayor trayectoria de la movida nocturna. Una marca registrada, con un formato vanguardista y un espectáculo que unifica el talento de cinco cantantes, un tecladista y un guitarrista, con un DJ que mezcla música durante los descansos, así como todos los elementos técnicos, audio y un sistema automatizado de iluminación marcan la diferencia en cada presentación.
Desde el primer día, Tártara surgió como una idea formal para trabajar la música. “La política ha sido brindar las mejores condiciones que estén a nuestro alcance, para que todos los integrantes se sientan bien y a gusto dentro de la organización”, por ello la disciplina ha sido una característica fundamental para formar parte del grupo de profesionales que trabajan todos los días bajo el nombre Tártara.
Una “escuela de talentos”
Ensayos, coreografías, producción técnica, musical y audiovisual, negociación, atención al cliente, montaje y desmontaje de cada evento, son algunos pasos previos para que la gente disfrute de un buen espectáculo. Mercadeo, finanzas, innovación tecnológica y musical, han sido clave para que Tártara sea hoy una marca líder en el mercado.
Con sede en Venezuela y la ciudad de Miami y en aras de expandirse hacia otras ciudades de Estados Unidos y luego diferentes países de Latino América, Tártara se ha convertido en lo que sus mismos fundadores llaman una “escuela de talentos”, ya que no sólo ha sido cuna de jóvenes exitosos que han iniciado su carrera en las filas de la agrupación, sino que contribuye a la formación artística, musical, empresarial y gerencial de quienes asumen el compromiso de creer en este proyecto. “Somos una referencia obligada de los mejores eventos de Venezuela. Una marca cercana e innovadora, que define el camino a seguir por todos sus competidores. Hemos escrito y seguimos escribiendo gran parte la historia del entretenimiento en Venezuela”.