Acusan a la estrella latina de servir como mensajera entre los amantes…
El nombre de Jennifer López se ha visto asociado últimamente a varios episodios controvertidos, como su reciente actuación ante el dictador de Turkmenistán, pero aun así resulta sorprendente que los polémicos detalles de la primera paternidad de Simon Cowell, originados por haber mantenido una aventura con una mujer casada, hayan salpicado de lleno a la diva del Bronx.
Como han apuntado varios medios británicos, la intérprete de Live it up habría estado ejerciendo de intermediaria en el romance secreto que mantuvieron el magnate británico y la celebridad Lauren Silverman,
que dio paso al estreno paternal de Cowell y a la tormenta mediática
que se ha generado en torno a la infidelidad que a Silverman le ha
costado su matrimonio.
El hecho de que la hayan involucrado en un asunto tan delicado ha
motivado que la oficina de prensa de Jennifer López haya reaccionado
ante los rumores con gran rapidez, negando rotundamente que la diva
latina se haya convertido en la mensajera personal de la pareja.
Aunque las especulaciones se basan principalmente en el hecho de que
Jennifer y Silverman son vecinas en el exclusivo barrio neoyorquino de
Los Hamptons, la portavoz de López ha calificado las alegaciones de
auténticas “estupideces” sin fundamento, ya que, según su versión, las
dos mujeres solo han coincidido en determinados eventos sociales y no
mantienen ningún tipo de relación personal.
“Increíble sarta de mentiras y estupideces. Que Jennifer y Lauren se
hayan encontrado alguna que otra vez en un acto social y se les haya
visto charlando tranquilamente no significa que ahora sean inseparables.
De hecho, aunque viven en la misma zona de Nueva York, Jennifer y
Lauren ni siquiera son amigas, y obviamente Jennifer no se ha convertido
ahora en su confidente para tratar todo este tema de la paternidad de
Simon Cowell”, publica el portal de noticias Digital Spy citando a la portavoz de la artista.
La airada respuesta del equipo de Jennifer se entiende por la
gravedad de las acusaciones, ya que recientemente el equipo legal de
Simon Cowell sostenía que su cliente no retomaría el contacto con la
madre de su primer hijo hasta que esta no solventara el proceso de
divorcio que mantendría con su ya exmarido, Andrew Silverman.
Poco después de que la expareja emitiera un breve comunicado con el
que se limitaba a anunciar que ambos estaban “tratando de aclarar su
situación”, y mientras Simon Cowell mantenía intacta su estrategia de
guardar un silencio sepulcral por el inminente juicio de los Silverman,
la opinión pública se vio sacudida por la noticia de que Jennifer Lopez
actuaba en la sombra para mantener comunicados a los dos amantes, sobre
todo para asegurar a Lauren Silverman que Simon Cowell no tenía pensado
dejarla tirada en ningún momento.
“Jennifer y Lauren han quedado personalmente para hablar en dos
ocasiones, aprovechando la cercanía entre sus casas, pero también han
hablado varias veces por teléfono para tratar todo el escándalo que
rodea el embarazo. El principal cometido de Jennifer ha sido el de
ofrecerle apoyo anímico ante todo lo que se avecina, y ha logrado
convencerla de que Simon siempre estará ahí para cuidar de ella y de su
bebé. Aunque a Jennifer no le apetece demasiado jugar el papel de
hermana protectora, entiende perfectamente el calvario que los dos viven
y se ha ofrecido a ayudar en todo lo posible. Quizá su implicación
tenga que ver también con algún proyecto que pueda desarrollar con Simon
en el futuro”, aseguraba al diario Daily Express un informante
de círculo personal de Simon Cowell, unas polémicas declaraciones que
han motivado ahora la furia de Jennifer Lopez.