Durante los últimos años de vida de su hija, Pierce Brosnan hizo todo lo que pudo.
A medida que Charlotte,
de 41 años, enfermaba cada vez más a causa del cáncer de ovarios que
sufría, "Pierce estaba dispuesto a agarrar el teléfono y llamar a quien
fuera, ir adonde fuera, llevarla a cualquier lado, hacer por ella lo que
fuera en cualquier momento, a cualquier hora. Estaba desesperado", dice
Lisa Paulsen, presidente de la Entertainment Industry Foundation y una amiga de familia de Brosnan desde hace tiempo.
A pesar de los esfuerzos del actor por someter a su hija a las más nuevas pruebas clínicas, Charlotte, perdió su batalla de tres años con la enfermedad el pasado 28 de junio.
"Charlotte
peleó su batalla con gracia y humanidad, coraje y dignidad. Pesa en
nuestros corazones la pérdida de nuestra hermosa y querida hija", dijo
Brosnan a People cuando se supo la noticia de la muerte de Charlotte.
Su madre, Cassandra Harris,
también murió de esa misma enfermedad en 1991 (estaba casada con
Brosnan), lo cual convierte a Charlotte en lo que se cree es la cuarta
generación de su familia en contraer cáncer de ovarios (cuando Harris
era adolescente, su madre murió de la misma enfermedad, y también se
cree que ese fue el caso de su abuela).
"Hay una increíble crueldad en todo esto", dijo Brosnan a People cuatro meses después de la muerte de su esposa Cassandra. "Perder a una persona con la que compartías todo… es abrumador".
Paulsen,
la amiga personal de Brosnan, añade: "Cuando Cassie murió, Pierce se
volvió un feroz campeón y embajador de todo lo relacionado con la
investigación del cáncer en las mujeres".
Amigos de Brosnan —quien encontró el amor nuevamente en Keely Shaye Smith
(se casaron en 2001)— dicen que su lucha por la investigación del
cáncer no ha sido en vano, a pesar de estas devastadoras pérdidas
personales.
"Le dije a Pierce: 'A pesar de que
Charlotte no terminó beneficiándose a largo plazo de las nuevas terapias
contra el cáncer de ovarios, tantas de las cosas que tú hiciste han
llevado a tantos descubrimientos'", dice Paulsen. "Es un padre
extraordinario y amoroso, y Charlotte era toda una guerrera".