Denzel Washington y Mark Wahlberg
despliegan una sorprendente química cómica en “2 Guns”, acción
desenfrenada y desenfadada que reinventa las claves de las “buddy
movies” o “películas de dos colegas” de los setenta bajo la atípica
mirada del islandés Baltasar Kormákur.
Con la excusa de la trama de acción con identidades cambiantes, estas
“dos pistolas” se disparan en los cines estadounidenses el próximo
viernes y que desenfundan dos de los actores más cotizados de Hollywood,
cargando balas de comedia de situación.
“2 Guns”, que llegará a España y Latinoamérica a partir de
septiembre, es la historia de dos agentes del Departamento Antidrogas de
Estados Unidos (DEA) infiltrados que desconocen la verdadera identidad
entre sí y, por lo tanto, en su acercamiento al narcotráfico en la
frontera con México, detonan todo tipo de equívocos cómicos en los que
correrá la sangre con alegría.
Denzel Washington, que presentó hoy esta cinta en Nueva York junto a
Wahlberg y el resto del equipo, lo reconoció sin problemas:
“Especialmente después de haber hecho 'Flight' (intenso papel de piloto
alcohólico por el que logró su sexta nominación al Óscar) he disfrutado
mucho haciendo este personaje sin tener que investigar en quién era, sin
entrevistar a ningún agente de la DEA ni nada por el estilo”, ha
asegurado.
“Me ha alegrado recuperar las 'buddy movies' y no darle más vueltas”,
añadió. “Solo leí el guión, me reí, se lo di a mis hijos, que también
se rieron, y a mí barbero, que me dijo: 'amigo, tienes que hacer esta
película”, bromeó, visiblemente satisfecho con el resultado final del
filme y reconociendo que no conocía el cómic en el que se basa, “Boom!”,
de Steven Grant.
Pese a no tener que interiorizar conflictos dramáticos, Washington
confesó que para él “2 Guns” (en la que también aparecen como villanos
de la función Bill Paxton y Edward James Olmos) era un reto tanto en el
esfuerzo físico como en el rol cómico y la improvisación, algo en lo que
él, veterano con dos premios Óscar, se ha sentido un aprendiz al lado
de su compañero de cartel, Mark Wahlberg.
“Me considero rápido y puedo ser divertido, pero reconozco que esta
película me ponía en un terreno nuevo. Quería pisarlo con alguien que lo
conociera mejor que yo, que fuera su territorio. Y Mark es muy buen
chico”, aseveró Washington.
Entendimiento
Mientras, Wahlberg, exmodelo de Calvin Klein, especialista en
adrenalina y que también ha transitado el cine de prestigio con sus dos
nominaciones al Óscar por “The Departed” y “The Fighter”, afirmó que se
entendieron muy bien en el rodaje.
“Siempre he admirado a Denzel, nos habíamos conocido en algún acto
social y tenemos en común que ambos tenemos cuatro hijos. No es que
tuviéramos que irnos de copas para hacernos amigos, pero somos dos
profesionales que hemos trabajado muy bien”, dijo Wahlberg, que ya había
trabajado con Kormákur en “Contraband” en 2012.
Y para dar verosimilitud a esos agentes que se mueven entre el
disfrute del baile de disfraces y el compromiso con las causas justas,
Wahlberg dijo aplicar su receta de siempre: “Intentar ser lo más
auténtico posible y poner algo de mí en el personaje”. En este caso, al
parecer, un sentido del humor que diluye la agresividad.
Toque femenino
Dada la química que tienen en pantalla Wahlberg y Washington y el
género en el que se inscribe la cinta, hoy el equipo del filme bromeaba
sobre esas “dos pistolas” en un mundo de “machos”, lleno de sudor y
exabruptos en el que el único componente femenino lo pone Paula Patton.
“Sí, a veces pensaba que estaba interrumpiendo ese club de hombres,
pero tengo una voz muy grave, así que podía pasar por uno de ellos”,
ironizó la actriz, pareja desde los 14 años del cantante Robin Thicke
(ahora en lo alto de las listas de ventas con “Blurred Lines”) que
interpreta a otra agente que es, a su vez, amante ocasional del
personaje de Washington.
Finalmente, el encargado de dar unidad al conjunto, el también actor
Baltasar Kormákur, que dirigió y dio réplica a Victoria Abril en “101
Reykjavik”, se mostró orgulloso de haber podido utilizar la violencia y
lo picante sin tener una actitud paternalista con la audiencia. “Hemos
intentado hacer que la película fuera divertida, pero también adulta”,
subrayó.