Además, dijeron que tiene “profundos problemas” con la cirugía plástica y su cuerpo.
Lynn y Rick Bynes se presentaron ante una corte para pedir ser nombrados guardianes temporales de las financias y asuntos personales de su hija.
De acuerdo con la petición presentada en el condado de Ventura, los
padres aseguran que su hija tiene una fortuna valuada en 3,3 millones de
dólares y dieron sus razones: “Estamos profundamente preocupados por
que Amanda es un riesgo para sí misma, otros y para propiedad propia y
ajena dados los últimos acontecimientos”.
“Amanda tiene profundos problemas con la imagen de su cuerpo y está
obsesionada con la idea de que ella y otros sean feos”, agregaron.
En el documento se puede leer: “Habla sin parar acerca de cirugías
estéticas que quiere completarse. También alienta a que su madre se
opere. Creemos que las cirugías que quiere realizarse son peligrosas e
inseguras para su salud”.
Además, señalan que Amanda es “extremadamente
paranoica”, y explica: “Ella cubre alarmas contra incendio, tapa
ventanas, y cubre su auto con cinta porque asegura que hay ‘cámaras que
la siguen desde adentro de estos lugares’”.
La declaración firmada asegura que Amanda vivió en Nueva York hasta
el 20 de julio y que luego llegó a California, aunque nunca explicó
cómo: “Tampoco sabemos dónde estuvo viviendo previamente a su
internación psiquiátrica ya que no tiene residencia en California.
Creemos que es esencialmente una vagabunda”.
El juez Glen Reiser dictaminó que primero se
encontrará con la actriz el 9 de agosto antes de tomar decisiones acerca
de una tutela o entregar custodia de sus finanzas…. Mientras tanto seguirá internada bajo observación psiquiátrica.