Hombres y mujeres que todos los
días se levantan y que, a pesar de las circunstancias, no se dejan
abatir. Luchen por ser mejores que ayer", ese es uno de los mensajes que
envía a través de la red social Twitter. A veces los hace más
personalizados, pues algunos seguidores (a quienes llama "guerreros") le
escriben buscando una respuesta positiva o una salida para algún
problema que estén padeciendo, y ella los ayuda. Sí, ella: Bárbara
Palacios, la miss Universo 1986, la empresaria, la conferencista... la
venezolana.
Responde la llamada de La Verdad
desde su casa en Miami y su voz suena como una melodía cargada de paz.
Es dulce, amable y elocuente. No es necesario hacerle muchas preguntas.
Sin dificultad ni pena cuenta la historia de su vida, con pasión, como
si recordara y se regocijara en lo que ahora se ha convertido. "No tengo
una fundación, es una organización. Se trata de mi verdadero éxito, a
través del cual encontré mi propósito de vida". Se refiere a BP
Inspiración, una empresa dedicada a promover charlas, conferencias y
talleres de superación personal. "Pero va más allá de todo eso".
Tiene su propia línea editorial,
con la cual logró publicar dos libros. El primero se llamó La belleza de
saber vivir y el segundo Lejos de mi sombra... cerca de la luz. Este
último acaba de lanzarlo al mercado y ha tenido buenas ventas. Pero no
se desvía del tema. Está centrada en relatar cómo fue que llegó a
inspirar a miles de personas. "Cuándo entré al Miss Venezuela ya era
profesional. Trabajaba como publicista y me llamaba la atención ver
cuántos engaños podían surgir en ese medio. Siempre tuve la necesidad de
buscar algo transformador, solo que estaba negada a entrar al concurso.
Nunca quise ser miss".
Su punto de vista
No estaba de acuerdo con los certámenes de belleza. "Y lo sigo
manteniendo. Me parecen superficiales, que la imagen de la mujer se
desvirtúa, que no le dan importancia a la verdadera esencia de nosotras.
La belleza física no es lo fundamental en esta vida". Sin embargo, la
convencieron. "En la misma agencia donde trabajaba me dijeron que
utilizara la oportunidad para cambiar el concepto, para marcar la
diferencia, así lo hice. Hoy estoy agradecida con papá Dios porque, a
pesar de que en ese momento no entendía por qué me había puesto ahí, sé
que era su voluntad".
A Palacios, de 50 años, se le
siente la alegría cuando señala que el Miss Universo le sirvió como
plataforma para llegar a las masas y hablarles de los valores del amor
de Dios. "No soy pastora, como dicen, sino que mis conferencias las he
llevado a casi todas las iglesias de Estados Unidos. Y me siento
afortunada de hacerlo. En el mundo hay mucho sufrimiento, demasiada
necesidad. Creo que las personas creen en Dios, pero no le creen a Él.
Siempre les digo: levántense, aclaren, perdonen. Esa es mi mejor
corona".
Fue restaurada
Su fe cristiana empezó cuando era pequeña. "Sucedió a los siete años,
todo estaba marcado. Mi adolescencia fue muy triste, pues tuve un hogar
disfuncional en donde abundó la violencia doméstica y los problemas
familiares. Mi entorno no era el mejor. Pero tuve la bendición de ser
tocada por Dios y a medida que fui madurando lo busqué más. Hoy curso el
tercer semestre de Teología y ese es apenas el comienzo".
Mientras habla de Dios, aprovecha
para decir que siempre ora por Venezuela. "No hay un solo día que no
ponga a mi país en oración. La oración es poder, es esperanza. Hay una
guerra espiritual muy grande y el mundo tiene que entender que las
estructuras políticas, sociales y económicas están fracasadas. Debe
haber un cambio espiritual".
Al preguntarle qué extraña de su
vida como miss, responde que "nada". Solo le quedó la satisfacción de
haber representado a su país y de ganar un nombre. "Es un orgullo. Puedo
abrir puertas con facilidad, puedo ser escuchada, puedo llegar a la
prensa... Eso es lo más bonito, el poder de transformar". Se despide
invitando a todos a visitar su página web y su cuenta en Twitter
(@bpinspiracion) . "Sí, soy yo. Yo les contesto, yo les hablo, yo los
inspiro".
La cita
"En estos momentos duros, de crisis, de necesidad, Dios está
permitiendo que reflexionemos con profundidad. Vamos a creer que todo va
a mejorar". Bárbara Palacios. Miss Universo 1986