Lindsay Lohan ha
manifestado su temor a recaer en una vida de excesos, fiestas y abuso de
sustancias ilegales, la que era la tónica de su día a día antes de
pasar por el centro de rehabilitación Cliffside de Malibú (California), lugar en el que cumple actualmente los 90 días de tratamiento de desintoxicación a los que le condenaron por mentir a la policía sobre quién conducía su coche en el momento de sufrir un accidente.
Con el fin de evitar volver a retomar su autodestructivo estilo de vida, Lindsay estaría pensando en mudarse a algún lugar tranquilo “sin paparazzi” de Estados Unidos, el que le permita mantenerse apartada del ojo público y alejada de las tentaciones que encontraba en Los Ángeles o Nueva York, según informó el portal de noticias TMZ.
Aunque se desconoce cuánto tiempo planea
pasar alejada de los focos, está claro que quiere retomar las riendas
de su propia vida.
Fuentes cercanas a la intérprete explicaron al popular portal de noticias: