Jay-Z debutó en la paternidad hace ya casi dos años cuando su mujer Beyoncé dio a luz a la pequeña Blue Ivy,
quien desde entonces se erige como la gran prioridad de su famoso padre
y, al mismo tiempo, como la única persona que es capaz de sacar el lado
más inseguro y vulnerable del reputado músico.
Por ello, Jay-Z no ha tenido reparo en expresar públicamente (a través de un anuncio para la marca Samsung) que no puede evitar sentirse completamente "aterrorizado" ante la posibilidad de que decepcione profundamente a su primogénita en su papel de progenitor, ya que él nunca contó con un referente paterno del que aprender.
"Mi padre me abandonó cuando yo era muy pequeño, así que no me enseñó a ser un hombre, cómo tratar adecuadamente a una mujer y menos aún a criar a tu propia hija. Me tomo la paternidad con una actitud de gran responsabilidad y mucha seriedad, pero siempre me ha invadido el miedo a fallar a mi hija por mi falta de experiencia. Estoy aterrorizado ante la idea de no ser un buen padre para ella", confesó en la nueva pieza audiovisual que integra la última campaña comercial de la citada compañía.
Una buena muestra de que el marido de Beyoncé afronta su faceta paternal con una mezcla de ilusión y cautela reside en la forma en que este asunto se ha convertido en un tema recurrente que tratar en sus nuevas canciones. De esta forma, el intérprete reflexiona en su nuevo disco, el esperado 'Magna Carta Holy Grail', sobre los sentimientos encontrados que a veces le proporciona su exigente papel como padre, además de dedicar uno de sus nuevos sencillos a elogiar la figura de su adorable hija.
"Mi vida entera gira ahora en torno a mi matrimonio y al hecho de que soy padre de una niña preciosa, por lo que es normal que todos estos temas se vean reflejados en mi nuevo álbum. En una de las canciones hablo de cómo los hijos pueden colocarte al mismo tiempo en el cielo y en el infierno: cada vez que ves sus caritas sientes que todo tiene sentido en esta vida, mientras que si los pierdes de vista durante tres minutos la ansiedad debe de ser imposible de soportar. No sé, creo que el vínculo que tienes con tu propio hijo es el lazo más fuerte del mundo. A mí me pasa con mi hija: cada vez que la veo pienso en que es el fruto de nuestro amor, algo que los dos hemos creado juntos", asegura sobre su vida al lado de Beyoncé en la grabación.
"Mi padre me abandonó cuando yo era muy pequeño, así que no me enseñó a ser un hombre, cómo tratar adecuadamente a una mujer y menos aún a criar a tu propia hija. Me tomo la paternidad con una actitud de gran responsabilidad y mucha seriedad, pero siempre me ha invadido el miedo a fallar a mi hija por mi falta de experiencia. Estoy aterrorizado ante la idea de no ser un buen padre para ella", confesó en la nueva pieza audiovisual que integra la última campaña comercial de la citada compañía.
Una buena muestra de que el marido de Beyoncé afronta su faceta paternal con una mezcla de ilusión y cautela reside en la forma en que este asunto se ha convertido en un tema recurrente que tratar en sus nuevas canciones. De esta forma, el intérprete reflexiona en su nuevo disco, el esperado 'Magna Carta Holy Grail', sobre los sentimientos encontrados que a veces le proporciona su exigente papel como padre, además de dedicar uno de sus nuevos sencillos a elogiar la figura de su adorable hija.
"Mi vida entera gira ahora en torno a mi matrimonio y al hecho de que soy padre de una niña preciosa, por lo que es normal que todos estos temas se vean reflejados en mi nuevo álbum. En una de las canciones hablo de cómo los hijos pueden colocarte al mismo tiempo en el cielo y en el infierno: cada vez que ves sus caritas sientes que todo tiene sentido en esta vida, mientras que si los pierdes de vista durante tres minutos la ansiedad debe de ser imposible de soportar. No sé, creo que el vínculo que tienes con tu propio hijo es el lazo más fuerte del mundo. A mí me pasa con mi hija: cada vez que la veo pienso en que es el fruto de nuestro amor, algo que los dos hemos creado juntos", asegura sobre su vida al lado de Beyoncé en la grabación.